Alumnos de Carpintería del IES Bajo Guadalquivir agreden a su profesor

La medida de protesta se ha llevado a cabo después de que el miércoles 31 de enero el profesor acudiera a la Jefatura de Estudios porque había sido víctima de una agresión al ser golpeado en la cabeza con un tarugo de madera .

Algunos alumnos de ese curso, señalan los profesores en el escrito, «no solo han venido impidiendo y dificultando el ejercicio del derecho y del deber del referido compañero de ejercer su profesión de forma digna sino que, a su vez, le han provocado situaciones de miedo, angustia y ansiedad , poniéndose en riesgo incluso la integridad de algunos alumnos ». Todas la conductas impropias han sido puestas en conocimiento de la Jefatura de Estudios por parte del profesor agredido.

De «extremadamente graves» califican los profesores del Bajo Guadalquivir las situaciones vividas en el instituto antes de la agresión del miércoles. En concreto explican en el comunicado que el viernes 26 de enero un joven de fuera del centro entró en el taller de segundo de Formación Profesional Básica de Carpintería «con la intención de hacerse pasar por un alumno». El profesor se percató de lo que ocurría y le exigió que abandonase el aula. Ante la negativa, el tutor trató de llamar al profesorado de guardia para que acudiera algún miembro del equipo directivo y así no dejar sola la clase.

Con esta situación, continúa el comunicado, «la respuesta de un grupo de alumnos fue la de intentar quitarle el teléfono móvil ». En ese momento, el profesor quiso salir del aula para informar de lo ocurrido al equipo directivo «y varios alumnos lo retuvieron» dentro de la clase. Tras un tiempo retenido, los alumnos lo dejaron salir. Informada de lo sucedido, la jefa de estudios adjunta tuvo que solicitar la intervención de otro profesor para revertir la situación en el taller de Carpintería.

A pesar de estos incidentes, el lunes 29 el mismo profesor, tras encontrarse «a uno de los dos alumnos que lo retuvieron en clase», fue objeto de otra ofensa cuando, según el escrito remitido a la dirección del centro, «algún alumno que el profesor no puede identificar le colocó un cartel en la espalda con un dibujo obsceno (un pene)» .

Los profesores concentrados solicitan a la dirección del instituto que se investiguen los hechos, se identifiquen a los autores «y se tome como medida inmediata la suspensión del derecho de asistir a clase de los mismos hasta que se determinen las medidas disciplinarias adecuadas». En este sentido y ante la gravedad de los hechos, los docentes sugieren que se valore la posibilidad de imponer como medida disciplinaria el cambio de centro .

También exigen que se active el protocolo de actuación en caso de agresión al profesorado y se agilicen los procedimientos de «corrección de conductas contrarias y gravemente perjudiciales para la convivencia, aplicándose las sanciones adecuadas en los momentos oportunos para que no lleguen a producirse» este tipo de circunstancias.