Si hay algo que caracteriza a España es la picaresca y al parecer copiar en un examen está más a la orden del día que nunca. Eso le ocurrió a algunos alumnos que se presentaron al teórico de conducir en la localidad sevillana de Écija. ... La estrategia no les salió demasiado bien y los receptores de sonido que portaban fueron descubiertos durante el desarrollo de la prueba.
Un oficial y un agente de la Policía Local del municipio descubrieron hasta tres casos de soportes inalámbricos escondidos entre las prendas de varios estudiantes que se encontraban examinándose para obtener el permiso de conducir.
En uno de los casos, la cosa fue a peor y el alumno tuvo que ser trasladado hasta el hospital de la localidad para poder extraerle el pinganillo por parte de los médicos, ya que lo tenía bastante introducido en uno de sus oídos.
En estas circunstancias, los alumnos no solo son expulsados in situ del lugar donde se realizan este tipo de exámenes, además de ello, se le requisa todo el material inalámbrico para remitirlo a la DGT (incluidas las prendas donde llevan escondido todo el material para cometer este tipo de irregularidades) y son sancionados conforme a la Ley de Seguridad Vial extendiéndoles el correspondiente boletín de denuncia.
Ante este tipo de situaciones que pueden parecer inverosímiles pero que cada vez son más frecuentes, la DGT impulsó un cambio normativo en 2021 para atajar este problema en auge detectado en las aulas de examinación. Con la nueva Ley 18/2021 de 21 de diciembre, copiar e incluso intentar copiar sin éxito durante la prueba de obtención del permiso de conducción se considera un delito muy grave.
La multa establecida para los que se atreven a copiar es de 500 euros y además añade una prohibición de volver a presentarse a la examinación en los siguientes seis meses.
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