El modelo económico como responsable de las «enfermedades ambientales»

El escritor hace cuentas acerca de la población mundial: 7.500 millones de habitantes actualmente y 9.000 millones previstos para 2050. Para alimentarlos, explica, será fundamental que el medio rural mantenga la producción de alimentos sanos . Por ello, «la conservación del medio ambiente, el uso del agua y la energía y la producción sostenible de alimentos serán cruciales en este siglo amenazado por el cambio climático», afirma.

En relación a los principales problemas que afectan al Medio Ambiente, Araújo, que también es agricultor, ha declarado que el más grave sigue siendo la consideración por parte de las mayorías de que se trata de un tema menor y que molesta la pretensión de mucha más comodidad y consumo para todos . Según afirma, «si sumas que todavía son demasiados los que consideran que tienen un derecho ilimitado de uso y apropiación de todos los componentes del derredor el resultado es el que conocemos. Es la forma de pensar la que más daña ya que para los humanos todo empieza en el pensamiento». En este sentido advierte del agotamiento de algunos de los recursos básicos para la supervivencia si continúan los actuales niveles de consumo.

Asimismo, ha afirmado que lo que «no deja de sorprender es que la ideología dominante olvida que la física y la química, la geografía y la ecología, pero no menos la poesía y la ética, han demostrado infinitas veces que la vivacidad y lo que hace es el tema más crucial, emocionante y científicamente atractivo que existe».

Pero en cualquier caso cree que es posible armonizar el desarrollo social y económico con el respeto a la Naturaleza . Serán claves a su juicio emular los modelos que han demostrado funcionar como las energías renovables o la agricultura ecológica.

El naturalista acaba de escribir un libro que verá la luz el próximo otoño bajo el título «99 recetas para no devorar el mundo», entre las que destaca «no esperes a nadie, tú eres la solución» y «hay que elegir entre ser devoradores o acrecentadores». Araújo, concluye planteando la pregunta retórica: «¿quién da más, el consumismo o una austeridad voluntaria que pretende, como la Naturaleza misma, la continuidad de la vida?».