La acusada de congelar a sus bebés en Pilas niega en el juicio que ella los matara

En el juicio con jurado popular que ha comenzado este miércoles en la Audiencia de Sevilla, Sara -para la que la Fiscalía pide 40 años de cárcel y la acusación indemnizaciones de hasta 500.000 euros para sus dos hijos y su ya exmarido- ha asegurado que «solo recuerdo haber tenido un bebé en la bañera de mi casa en junio de 2011» y niega haber sumergido al bebé para ahogarlo ya que «lo sostuvo hasta comprobar que estaba muerto». El cuerpo del bebé, que pesaba 3,3 kilos y medía 51 centímetros, fue hallado por el marido de la acusada en el congelador de la cocina del domicilio familiar, dentro de una bolsa de plástico.

Sara, de 37 años de edad, ha afirmado que no comunicó su embarazo a nadie porque su marido le amenazó si se quedaba embaraza otra vez. Ha reconocido que tras tener al bebé no pidió ayuda a los servicios médicos ni a ningún familiar e hizo vida normal durante toda la jornada aunque se encontraba muy mal «porque había fallecido mi hijo». Así, la acusada ha explicado que el único hijo que recuerda que metió en el congelador nació muerto y no lo mató, y ha justificado que lo metiera en un congelador y no lo enterrara porque considera «horroroso» meter a un ser querido bajo tierra y pensar que se está «pudriendo». En consecuencia, ha asegurado «no sentirse culpable porque ella no mató a su hijo».

Sara ha recordado que al hallar su marido a uno de los bebés, él la llamó al trabajo tras lo que ella se marchó del geriátrico en que ejercía laboralmente diciendo a sus compañeras: «Mañana van a pensar que soy un monstruo».

El exmarido de la acusada -se han divorciado a raíz de los hechos- y padre de los bebés congelados ha declarado que cuando abrió la bolsa donde estaba el bebé pensó que era carne de venado y que se quedo «congelado, frío frío» cuando descubrió lo que era. Asegura que avisó a su tío y a un hermano de su hallazo, e inmediatamente llamaron a la Policía.

El hombre niega que mal tratará a su mujer, a la que califica de «muy inteligente», aunque reconoce que tenían «peleas como cualquier pareja». Además, ha admitido que en una discusión rompió la puerta del baño. Pese a todo, niega tener problemas con el alcohol y dice que bebe «lo normal, una cervecita a mediodia y otra por la noche...»

Por su parte,la mujer dice que le tenía miedo al marido «desde que abría la puerta de la casa» porque «bebía mucho y tenia un carácter muy voluble», a veces estaba encantador y otra veces le daba por pelearse. «A veces era infeliz con mi marido y otras veces estaba bien», ha admitido en el transcurso del juicio. Asimismo, ha negado que usara fajas para disimular los embarazos ni cremas reafirmantes para después del parto.

Respecto al segundo bebé hallado por el exmarido de la acusada unos 20 días después del primer hallazgo, esta vez en un arcón independiente dentro de una bolsa de basura oculto bajo comida congelada, la madre asegura «no recordar» haber dado a luz a la criatura incluso después de haber recibido tratamiento psicológico. «Sé que había otro porque me lo han dicho. Lo lo recuerdo. Ojalá pudiera recordarlo. Al principio pensé que hubiera podido tener gemelos, pero no me explico cómo llegó ese bebé allí».

La acusada ha añadido que además de los tres hijos que ha tenido con su exmarido tuvo dos abortos voluntarios. Sara ha manifestado que el primero se lo realizó porque su entonces pareja y después marido no quería tener más hijos después del nacimiento de su primogénita, que tiene ahora 16 años. Después tuvo otro aborto de mutuo acuerdo con el marido cuando su hija tenía meses, antes del nacimiento de su segundo hijo, que cuenta actualmente con 14 años de edad.

En cuanto a la tercera de sus hijas, ahora de año y medio de edad ya que nació al poco de ser detenida y de cuyo embarazo se percataron los médicos de la prisión tras pasar inadvertido para el juez, el fiscal y la Policía que le tomaron declaración, la acusada asegura que en esta ocasión si le comunicó su estado a su hermana pequeña y a su madre, un mes antes del parto.

Han acudido al juicio los familiares del ex marido, entre ellos el tío que vivía en la planta baja de la vivienda y varios hermanos. No han estado presentes familiares de la acusada, entre ellas la madre y su hermana pequeña porque serán llamadas a declarar. Vecinos del pueblo de Pilas han querido estar presente en esta sesión del juicio, que continuará mañana.