El rescate literario de Chaves Nogales, una obra de arte colectiva

Porque en la historia del recuperación de Chaves Nogales, como apunta Ignacio F. Garmendia en su nota a la edición, hay que destacar nombres como los de la pionera periodista Josefina Carabias , colega del sevillano en la revista «Estampa» y que glosó su figura en el epílogo de «Juan Belmonte, matador de toros», durante muchos años el único libro que se podía encontrar del sevillano.

También habría que nombrar a autores como Javier Pericay, Andrés Trapiello, Juan Bonilla, Arcadi Espada, Felipe Benítez Reyes, Antonio Muñoz Molina ... así como el editor de Libros del Asterioide Luis Solano . Todos ellos conforman las piezas de una recuperación a la que han tenido un protagonismo decisivo especialistas, editores e instituciones sevillanos . Una de ellas es la Universidad de Sevilla , pionera en la reivindicación de Chaves Nogales al reeditar en 1977 «La ciudad» .

A la Hispalense ha estado ligado el catedrático Rogelio Reyes Cano quien aconsejó como director de tesis a la filóloga María Isabel Cintas que abordara la investigación de la obra del sevillano. Su labor ha sido la piedra angular de su recuperación, rescatando y ordenando su producción en las ediciones que publicó la Diputación de Sevilla, cuando Alberto Marina estaba al frente de la Fundación Luis Cernuda , en lo que fue otro impulso fundamental.

Cintas, la mayor experta en Chaves Nogales, es la responsable de las primera ediciones de la «Obra narrativa» (1993) y la «Obra periodística» (2001), además de escribir su biografía «El oficio de contar» (2011).

No menos importante ha sido el papel del editor y poeta Abelardo Linares , uno de los pocos que en España no había olvidado al autor de «A sangre y fuego» (1937) y que facilitó a Cintas las ediciones originales que poseía. Además, al frente de Renacimiento , Linares ha publicado sus libros en cuidadas ediciones, en una labor de rescate de la literatura de la Edad de Plata y de edición de poesía que es un lujo para las letras sevillanas.

Otroque también publicó a Chaves Nogales, en concreto su obra periodística, fue el hoy editor de El Paseo , David González Romero . Fue en su etapa en Almuzara y en ediciones que él mismo introducía con atinadas notas.

El final de esta historia de rescate colectivo está reservado para el editor y crítico literario Ignacio F. Garmendia, vinculado a la Fundación José Manuel Lara , donde brilla su labor en la colección Vandalia , y a la editorial Athenaica . Su trabajo en la reciente «Obra completa» es también otra culminación, por ahora, de una muy reconocida carrera como editor.