Manuel Busto: «La técnica solo es el camino en busca de las emociones que conectan el arte con el público»

Esta forma de entender la música le ha llevado a ser demandado en medio mundo. Sin ir más lejos, recientemente a formado parte de programaciones sinfónicas, operísticas o de ballet en la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia o I Pomeriggi Musicali de Milano, así como el Ballet Nacional de España, Palau de Les Arts y la Orquesta de la Comunitat Valenciana, ROSS y un largo etcétera.

Además, esta versatilidad le ha granjeado un prestigio internacional que en la última semana se ha traducido en dos importantes reconocimientos. Por un lado, se ha alzado con el premio 'El Ojo Crítico', de RNE, en la categoría de Música Clásica, obtenido por unanimidad, y por otro el Classical Music Stars Internacional Competition, en Polonia. Sin duda, dos golpes encima de la mesa.

No en vano, el premio 'El Ojo Crítico' de Radio Nacional de España, en la categoría de Música Clásica, puede considerarse uno de los mayores reconocimientos que un artista clásico puede recibir en su carrera, junto al Premio Nacional de España de Música, claro está. Su reputación viene avalada por los nombres propios que lo han recibido en ediciones anteriores: María Bayo, Javier Perianes o Heras Casado, en Música Clásica; Enma Suárez, Blanca Portillo, Verónica Forqué o Benito Zambrano, en Teatro o Cine; Jesús Carmona, en Danza; Vicente Amigo y Rosalía en Música Moderna, así como como Alfredo Kraus, Pedro Almodóvar, Enrique Morente o Joaquín Sabina con premios especiales.

Con respecto al primer premio del Classical Starts International Competition, cabe mencionar que es un galardón internacional que también goza de muy buena consideración que valora especialmente la originalidad en los estrenos de la última temporada y que se falla anualmente en Gstaad (Polonia). En el caso de Manuel Busto ha premiado la obra 'Soniquete. Sinfonía ...de lo jondo n.1', una obra que fue estrenada por la Orquesta Ciudad de Granada dentro de su temporada de abono en el Auditorio Manuel de Falla de Granada, y que ha sido fruto de premios en forma de encargo que cada año realiza la Fundación SGAE y la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas.

Estos dos galardones no han interrumpido su intensísima agenda de trabajo. De hecho, esta entrevista se lleva a cabo vía telefónica, ya que Manuel Busto se encuentra en estos momentos en Taipei (Taiwan) como director musical de una producción de ballet firmada por Lian Ho y su compañía, con la que ya colaboró en 2020, en su debut con la National Taiwan Symphony Orchestra y la Opera Nacional. Ayer tuvo la rueda de prensa de una obra que va a grabar en los próximos días y que tras su estreno estará de gira por Taiwan el próximo año.

- Estos dos premios ponen el broche de oro a un año muy completo a nivel profesional. De los dos, el más relevante y el más mediático es, sin duda, 'El ojo crítico'. ¿Cómo ha digerido la noticia? ¿Lo esperaba?

- El premio ha sido una noticia totalmente inesperada, una sorpresa que de alguna forma premia mi filosofía de trabajo y vida: el trabajo duro unido a la sensibilidad, y una amplitud de miras en lo artístico que no concibe fronteras entre las artes. Todo ello se retroalimenta en mi interior y me define como artista, tanto como intérprete como creador, yendo de la mano para hacer crecer al ser humano a través del arte. Y en este sentido, sin duda, las emociones (del tipo que sean) conforman la manera para que ello cale profundamente en el público y, por ende, en la sociedad.

- La nómina de artistas que le han precedido en la obtención de este premio es realmente importante.

- Sin duda. Da mucho vértigo formar parte de la familia de premiados de 'El Ojo Crítico', donde hay tantos artistas a los que admiro. No soy seguidor de los concursos ni de los reconocimientos tan tempranos, especialmente cuando se trata de carreras que se forjan a largo plazo, como es el caso de la dirección o la composición; pero para un director que aún está en la treintena, como es mi caso, indudablemente es una oportunidad para que aquellos que toman decisiones de índole artística me abran esa puerta en forma de oportunidad que muchas veces se me ha podido cerrar, o por cuestiones no artísticas no se han vuelto a abrir.

- O sea, que más allá del glamour que otorga este tipo de reconocimientos, ganar por unanimidad el premio 'El ojo crítico' supone un golpe en la mesa.

- Para muchos de los responsables institucionales este premio puede servir de aval como artista, ya que ni vengo familiarmente de un entorno de influencia cultural o política ni me he movido en él. Cada oportunidad me ha costado muchísimo, aunque estoy seguro que tanto como a otros compañeros. Ojalá este premio sirva para que me dejen seguir creciendo a través de nuevas oportunidades en teatros y orquestas de España. Tengo una vocación tremenda por expresarme, espero que me dejen 'hablar' a través de mi arte.

- De alguna manera, al caer el premio en Manuel Busto, se premia al grueso del mundo sinfónico y creativo del que usted forma parte, algo que no es muy habitual en este tipo de reconocimientos.

- Precisamente ese es uno de mis grandes orgullos con este premio. Sobre todo porque creo que se hace mención por primera vez de manera explícita a mundos no valorados, a mi juicio, en su justa medida por la intelectualidad clásico-contemporánea. Me refiero a la danza, la música española o el flamenco. De todos ellos, de la poesía, el teatro, la pintura o el cine, es de lo que más me nutro como intérprete o creador, porque ¿qué sería de un músico si solo estuviera cargado de notas?

- Tal y como ha comentado anteriormente, en su forma de entender el arte en general, y más concretamente la música, siempre ha tenido un peso más que prioritario el aspecto emocional. Esta manera de pensar no es secundada por todos los artistas, que en algunos casos se obsesionan con la ejecución perfecta, dejando poco margen para lo que Lorca llamaba el duende.

- En la búsqueda de la perfección técnica, en demasiadas ocasiones creo que olvidamos la imperfección emocionalmente perfecta. Para mí lo importante no es la nota o las notas musicales a interpretar, sino qué quiero reflejar en el público con esa nota. Y en base a la respuesta que atienda a esa pregunta capital, exprimirme al máximo para hacer llegar ese sentimiento. La técnica no es más que el camino en busca de las emociones que conectan el arte con el público. Los flamencos tienen una expresión que hago mía, y es el 'pellizco', que es el que yo busco incesantemente, algo que muchas veces en la música clásica pasa a un segundo plano, mientras que para mí es el fin.

- ¿Qué puede adelantar de los proyectos en los que está inmerso?

- Mi situación actual refleja precisamente la versatilidad artística premiada. Después de estar durante los últimos meses al frente como director de dos producciones operísticas tan diferentes como son 'La Traviata' de Verdi y la reposición de 'La Mujer Tigre' –ópera contemporánea firmada por el propio Busto–, ahora mismo me encuentro con la maleta llena de partituras de Mozart, Tchaikovsky o Falla para estudiarlas de cara a futuros conciertos sinfónicos con importantes debuts para mi carrera, además de estar trabajando ya en varios proyectos compositivos operísticos que me hacen mucha ilusión.

- Eso supongo que ya será para 2025. ¿Y para la recta final de este año?

- A lo que te acabo de mencionar hay que sumar este proyecto tan interesante en el que estoy trabajando ahora aquí en Taipei. Al mismo tiempo, este noviembre estaré presente con mi música en la gira que el Ballet Nacional de España, con coreografías de Rubén Olmo, realizará en Japón (en ciudades como Tokio o Nagoya), y a la vez formaré parte del Festival de Cine Europeo de Sevilla, firmando la banda sonora del último trabajo de la directora de cine Rocío Martín, con la que ya colaboré en el pasado y con la que tengo varios proyectos en el horizonte.

- Pese a todos estos proyectos, también saca tiempo para escribir y publicar sus versos…

- Así es. Dentro de la agenda de esta temporada me gustaría presentar en Los Palacios y Villafranca, mi pueblo, de mi último poemario, 'Sombras en la Luz', aunque aún sin fecha por culpa de mi propia agenda, que ahora mismo es un maravilloso caos [Risas]. Ya fue presentado en la impresionante Biblioteca del Ateneo de Madrid el pasado marzo, pero mis numerosos compromisos han hecho imposible que haya podido presentarla junto a los míos. Siempre he tenido muy en cuenta mis raíces y mi vínculo inquebrantable con ellas, donde pese a mis constantes idas y venidas sigo teniendo mi hogar.