Javier Camarena clausura el Tío Pepe Festival con una noche deliciosa

El tenor ofreció la actuación titulada «De México a Jerez», que se estructuró en dos grandes partes: una primera, con óperas y zarzuelas, y una segunda conformada por dos popurrís con canciones y boleros latinoamericanos.

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Paco martín

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Camarena estuvo acompañado por la Orquesta Sinfónica de Málaga, bajo la dirección del joven y pasional José Luis López Antón, director actualmente de la Orquesta Sinfónica de Ávila. Si bien se suele decir que la perfección no existe, el binomio tenor-orquesta –con su correspondiente dirección- la rozaba y, si no llegaron a alcanzarla, quedaron muy cerca.

Esto se vio desde el primer momento, tras la interpretación del recitativo «Favorita del re!» y el aria «Spirto gentil», pertenecientes a la ópera «La favorita» de Gaetano Donizetti, que arrancó los primeros «¡Bravos!» por parte del público. Antes, la Orquesta inauguró la noche con la obertura «Anna Bolena», también de Donizetti.

Prosiguió la noche con otro aria y obertura, ambos de Giuseppe Verdi: «La mia letizia infondere», del rol de Oronte de la ópera «I lombardi alla prima crociata», y «Les vêpres siciliennes», respectivamente.

La imponente voz de Javier Camarena, una de las más reconocibles de la música lírica de nuestros días, resquebrajaba el respetuoso silencio del patio de la Tonelería de González Byass. De Jules Massenet fueron las dos siguientes interpretaciones: «Pourquoi me reveiller», el aria más famoso de la ópera «Werther», y «Je suis seul… Ah! Fuyez, douce image», del tercer acto de Manon.

Entonces, la voz de Camarena descansó por unos instantes mientras José Luis López dirigía a la Orquesta Sinfónica de Málaga en la interpretación del preludio «La revoltosa», de Ruperto Chapí.

La zarzuela, un género que agrada al tenor tal y como explicó en una entrevista a este medio, también estuvo presente con la romanza de Pablo Sorozábal «No puede ser», perteneciente a «La tabernera del puerto». En el programa, aparecía antes la «Serenata de perico» de la zarzuela «El guitarrico», pero que Camarena explicó no se pudo interpretar y apareció en el programa por error.

Con la romanza de Sorozábal antes mencionada se despidió la voz del tenor de la primera parte. El intermedio «La boda de Luis Alonso», con aromas taurinos y magistralmente interpretada por la orquesta –tónica que se mantuvo durante toda la actuación- sirvió de enlace entre las dos mitades del concierto.

Llegó entonces el turno de los popurrís. El primero, con el título de «Valses latinoamericanos», comenzó con la canción «Tres palabras», de Luis Miguel y que no estaba en el programa. No obstante, no podía faltar. Según explicaba el propio tenor, esta canción fue la primera que le dedicó a su mujer, que estaba presente en el patio de la Tonelería.

Camarena aseguró que se trataba de un «honor y placer compartir esta velada que sirve de clausura del Tío Pepe Festival». Asimismo, se mostró entusiasmado de poder actuar junto a la Orquesta Sinfónica de Málaga, que definió como «la de mi casa», ya que el artista se ha mudado junto a su familia recientemente a la ciudad malagueña, dejando atrás Zúrich, otrora su residencia habitual.

La canción «Luna de Octubre», de José Alfredo Jiménez, completó el primer popurrí. El segundo «Medley» estuvo compuesto íntegramente por canciones del reconocido artista mexicano José José, fallecido en 2019 y a quien Camarena quiso rendir tributo.

Y lo hizo con temas como «Volcán» y «Gavilán o paloma», ambos de Rafael Pérez Botija; «Lo que no fue, no será», de José María Napoleón; «Ya lo pasado, pasado», de Alberto Aguilera; y «El triste», de Roberto Cantoral.

Entonces, el director de orquesta y tenor se despidieron, pero el público, con palmas a compás, pidió que regresaran para cerrar definitivamente el concierto y el festival. «Perfumes de Gardenias», de Alejandro Fernández, y «Contigo en la distancia», de Luis Miguel, pusieron el broche de oro al Tío Pepe Festival y a una noche memorable que brindó Javier Camarena, una de las voces más codiciadas por los teatros más importantes. Y es que la ciudad de Jerez también se puede entender como uno de los teatros más prestigiosos del mundo.