Alejandro Martín Navarro: «Nietzsche pensó que 'Así habló Zaratustra' era una obra religiosa»

Dice el autor que «he querido hacer una reflexión sobre la religión y he concluido que a lo mejor no es algo tan determinado por la creencia como habitualmente solemos identificar como con una cierta de postura con respecto al valor de la vida y la realidad. Me parecía que había más religiosidad en la obra de un filósofo ateo como Nietzsche y que, a la inversa, a veces hay poca religiosidad en alguna enunciación frente a una determinada dogmática».

Abunda Martín Navarro en que la religiosidad en Nietzsche «la marca una buena nueva, pero también una conciencia de un pecado original, es decir, el origen de la degradación en la cultura occidental, la esperanza escatológica en la avenida de un superhombre, etc. La buena nueva nietzscheana se refiere a la restauración del valor de la vida. Lo que él proclama en 'Zaratustra' es lo que él llama 'el sentido de la tierra', es decir, el vínculo de nuevo con la naturaleza y la realidad de los sentidos y del cuerpo».

Comenta el filósofo sevillano que actualmente se observa «una exacerbación de ese distanciamiento con respecto a la naturaleza y la vida, que critica Nietzsche. Estamos ante una sociedad en busca de sus valores esenciales, precisamente porque ya no somos una sociedad como la medieval con valores compartidos, sino que somos una colectividad polarizada de pequeños grupos e individuos cada vez más aislados. Nos movemos en la búsqueda permanente de nuestra propia identidad y de nuestro propio sentido de la existencia, por eso estamos en ese nihilismo que Nietzsche cree ver antes de la llegada del siglo XX».

Nietzsche veía en 'Así habló Zaratustra' la culminación de su pensamiento y lo contemplaba como un libro «que estaba a la altura de la Biblia y de los Vedas. Llega a decir que es el mayor regalo que le hace a la humanidad y que es un texto sagrado, es decir, que no lo sitúa dentro de la historia de la filosofía, sino que entiende que está escribiendo una obra religiosa. Para él este libro tiene un significado que va más allá de la parodia», dice el ganador del Premio Manuel Alvar.

Alejandro Martín Navarro aclara también que «si no se conocen los cinco elementos clave en la obra de Nietzsche, hay ciertas cosas del 'Zaratustra' que se le pueden escapar al lector». Asimismo, confiesa que el filósofo alemán es «un autor que siempre me ha fascinado desde la carrera, ya que lo he releído y he tenido ocasión de traducirlo. No me considero un especialista en Nietzsche, pero he sido un lector constante suyo, y lo que he encontrado en 'Así habló Zaratustra' es algo que me iluminaba y me ha ayudado a reflexionar sobre la religión».

Martín Navarro es autor de poemarios como 'Vasos de barro', 'Aquel lugar', 'La fiesta de los vivos' y 'El oro y la risa'. Además ha escrito el ensayo 'La visión y la idea. Origen y deriva de la paideia romántica'. Sobre esto dice que «mientras que en la poesía no tienes que explicar nada, un ensayo es argumentativo. Cuando no quería explicar algo, Nietzsche decía que 'yo no puedo recordar mis razones', pero en un ensayo sí que tienes que recordarlas», concluye.