Salida del Gran Poder a Tres Barrios
«Ay si mi madre viera que el Gran Poder ha venido a su barrio»
El Señor de Sevilla devuelve la visita a sus hijos más humildes, los vecinos de Tres Barrios que cada viernes acuden a San Lorenzo a dejar sus oraciones
Así serán los recorridos y horarios de los traslados del Gran Poder para la misión en Tres Barrios
Sigue en directo el minuto a minuto del traslado del Gran Poder a Los Pajaritos
Jesús Díaz
En su juventud dejaba el tranvía en la Gran Plaza y cruzaba caminando el puente que superaba el arroyo del Tamarguillo para alcanzar la Candelaria , su barrio, su hogar. Ahora el metro le deja bien cerca de su casa. Desde entonces, riada ... incluida, el cauce de la vida ha desbordado muchas etapas, no en vano el documento nacional de identidad de María Antonia Núñez revela su estrenada octava década. Lo que no le ha logrado borrar el paso del tiempo de su biografía es la devoción al Señor del Gran Poder . La ilusión inundan sus ojos al hablar del que tiene en sus manos el poder y el imperio . Convivió con el Señor en la misión a la parroquia de Santa Teresa en 1965 y desde hoy puede volver a mirar a los ojos al que será «el mejor de los vecinos» de la zona más deprimida de la ciudad.
Es una fiel servidora de las parroquias de la Blanca Paloma y la Candelaria . A lo que los pastores de la Iglesia dispongan. Pertenece a la junta de gobierno de la hermandad de la Virgen de la Candelaria . Con humildad, trabajo y mucho ingenio siempre ofrecen lo mejor para la Madre de Dios. Para ello también se apoyan en el Gran Poder, cuya imagen se dibuja en cuadros objetos de rifas y sorteos. Uno de estos fue donado a la parroquia.
María Antonia lleva 63 años viviendo en el barrio . Muy cerca de la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, cuyo nombre encierra luz. Una nueva luz es lo que busca ahora el barrio con la visita del Señor de Sevilla para dejar atrás tanta oscuridad provocada por el desempleo, la pobreza y las drogas . Tiene que suponer «un impulso» para mostrar la cara amable de esta zona de la capital, que también es Sevilla.
Fue testigo de la «santa misión» del Señor del Gran Poder en 1965 a la parroquia de Santa Teresa , la última que se construyó en Tres Barrios . Aquel año fueron varias las imágenes que estuvieron en la parroquia de la Candelaria: la Virgen de Gracia y Amparo de los Javieres, la Virgen de la Candelaria, el Señor de la Oración en el Huerto de Montesión y la Piedad de los Servitas .
En el 65, aprovechando la presencia del Cristo con la cruz al hombro se bautizaron a muchos niños que aún no habían cumplido con el rito de ingreso en la comunidad cristiana. También se casaron muchas parejas. Ahora la parroquia de la Candelaria acogerá confirmaciones y renovaciones de promesas matrimoniales delante de los ojos del Señor de San Lorenzo. Las puertas de los tres templos que se convierten desde hoy en morada del Gran Poder abrirán desde bien temprano, de lunes a domingo. Todo para que los hijos puedan acercarse al Padre.
«Tenemos que estar con Él y con la hermandad»
Por unas semanas la presencia del Señor en Tres Barrios supone un intercambio de papeles . Los devotos que el Gran Poder tiene en esta zona de Sevilla y que acuden semanalmente a San Lorenzo, especialmente los viernes, son muchos. Ahora se convierten en los anfitriones de este insigne huésped . Ahora les toca a los habitantes de Los Pajaritos, La Candelaria, Amate, Juan XIII, Santa Aurelia o el Cerro del Águila cuidar y velar de su «mejor vecino».
María Antonia acude todos los martes a la Basílica. Va a desayunar con su hermana al centro y después, como siempre, de visita «al que todo lo puede». Que ahora sea el Señor quien venga a verla le causa «una enorme alegría». «Me invaden muchos sentimientos» , confiesa a este periódico mientras se le eriza la piel. «Pensar que va a venir con nosotros y estará varias semanas en el barrio…».
Las balconeras preparadas por la hermandad con motivo de la misión del Gran Poder por el IV centenario de la hechura de la imagen por Juan de Mesa se han agotado en la parroquia de la Candelaria.
« Ahora tenemos que cuidar de Él , estar con Él y con la hermandad, para lo que necesiten», afirma María Antonia. «El barrio está impaciente. Muchas personas no van a misa pero ante la venida del Señor sólo hablan de lo mismo». Su deseo es que todo salga bien: «el Señor bendito nos ilumine, nos dé paz y trabajo, que es lo que nos hace falta, porque en nuestro barrio hay mucha necesidad y mucho desempleo». En ello ya trabaja Cáritas, la parroquia y el comedor social, que cuenta con la colaboración impagable de la hermandad del Gran Poder.
Muy cerca de la parroquia de la Candelaria está la de la Blanca Paloma, morada del Señor desde este sábado, donde hace dos mañanas voluntarias de la hermandad se afanaban por embellecer el atrio de la iglesia con flores moradas . A escasos metros se sitúa el mercado de abastos del barrio. Allí lleva cuarenta años Eduardo Ramírez sirviendo churros , primero como empleado y desde la entrada del nuevo siglo, como propietario. Un cuadro del Gran Poder corona su local. Es una copia del azulejo que hay en San Lorenzo con la imagen de la obra que Juan Mesa dejara para la eternidad hace cuatro siglos.
Con riqueza o sin ella
A lo largo de su vida ha servido churros a personajes tan famosos como don Juan de Borb ón , el abuelo del Rey Felipe, y a la hija de Cayetana de Alba en una fiesta por sus 18 años en el Palacio de Dueñas, pero también a vecinos más desfavorecidos de Tres Barrios. A todos por igual, sin distinción, con riqueza o sin riqueza, «siguiendo el ejemplo del Señor» . «Yo me guió mucho por Él» , relata a este periódico este confeso devoto del Gran Poder. Junto a su mujer acude a la basílica muchísimas veces al año, sin faltar una Madrugada en la plaza de San Lorenzo . No hay visita al Centro de la ciudad que no termine en la Basílica.
Al Señor de Sevilla le deja sus oraciones , pero también a la Virgen de la Macarena . La visita del Gran Poder a Tres Barrios «es un motivo de grandeza» para Eduardo Ramírez porque viene a «su casa». Cree que allá por donde pasa el Señor «va dejando riqueza» , sobre todo en emociones, sentimientos y evangelización.
Eduardo, como los otros vecinos con los que ha charlado este periódico, cree que esta «santa misión» del Señor de Sevilla a estos barrios permitirá dar a conocer otra imagen de estas zonas, «no la que habitualmente se da a conocer». « Esperemos que todo el mundo se acuerde de los Tres Barrios para lo bueno y no sólo de lo malo». Esta tarde lo estará esperando en la parroquia de la Blanca Paloma.
La imagen sagrada de Jesús del Gran Poder visitó por primera vez la barriada de Santa Teresa cuatro años después de la gran riada que cambió la piel de la ciudad. Ahora lo hace tras una pandemia que ha golpeado duramente a todos los estratos sociales de Sevilla, especialmente, a las capas más desfavorecidas, muchas de las cuales viven en Tres Barrios. Dice el Salmo «Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, las moradas santas del Altísimo». Ese río vuelve a ser el Gran Poder, cuyos hermanos y devotos lo harán cruzar Sevilla, seis décadas después, para devolver la «alegría» a esta parte de la ciudad.
Así lo desea José Castejón, dueño del bar La Macarena , presidente de la asociación de industriales del mercado de La Candelaria y «gran devoto» del Señor de Sevilla. Confía en que su presencia casi un mes en Tres Barrios sirva de «impulso». Para este hostelero castigado por la crisis del coronavirus, la venida del Señor tiene dos significados importantes para el vecindario: el económico y el físico, y el cristiano . De un lado, el Ayuntamiento está arreglando, adecentando y limpiando las calles «como nunca» para la visita del Gran Poder y las cientos de personas que se esperan estos días, lo que dejará, al menos eso espera, dinero en comercios y tiendas del barrio. «Eso es bueno».
«Ay Dios mío, ayúdame»
Y en el sentido evangelizador, cree que la presencia del Dios al que todos le rezan en Tres Barrios es « una llamada a la respuesta de tantas peticiones que se le hace al Gran Poder por todos los vecinos del barrio más pobre de España». «Ay Dios mío, ayúdame». Son las palabras que más se repiten. Su presencia en Tres Barrios es «la respuesta a tantas llamadas constantes de los pobres, es símbolo de gozo y alegría. Lo tendremos más cerca que nunca para ayudarnos».
Una fotografía enmarcada del Gran Poder preside el bar que José regenta desde hace dos décadas junto a su mujer. Y otro de la Esperanza Macarena. Está emocionado. Lo esperará esta tarde con toda su familia. Sabe que la presencia del Señor le ayudará a dar un golpe en su negocio, en horas bajas por la pandemia, como el resto del mercado, que sigue realizando una gran labor social en el barrio. Aquí siguen existiendo las listas de fiadores .
La emoción se escapa por los ojos de quienes hablan del Señor. «Ay, si mi madre viera al Gran Poder en su barrio después de la de veces que me ha llevado a la Basílica», expresa una mujer, entre lágrimas, al acordarse de su madre, que no está con ella desde hace casi tres décadas. Prefiere mantenerse en el anonimato como un nazareno de la Madrugada que sigue los pasos de Él.
Precisamente entre la herencia que le dejó su madre a Patro Arispón Conejero está la devoción al Señor de San Lorenzo. Siendo muy niña ya iba junto a ella a ver al Gran Poder. Desde entonces cada viernes acude a la casa del Dios al que todo Sevilla reza . Esta vecina de La Candelaria de raíces familiares marchenera lleva toda su vida viviendo en Tres Barrios-Amate.
«Rostro cansado»
A sus 73 años se emociona al saber que después de ir tantas veces a rezarle al Señor, a quien a veces ve incluso con «rostro cansado» de tantas peticiones, dice de forma cariñosa, es ahora Él quien viene a su casa. Está «encantada». Ya lo tiene organizado para ir a la misa dominical y a las diarias.
«Llegar a San Lorenzo y sentarme delante del Señor me relaja . Ya que me quedo allí rezando para la misa de diez y media de los viernes». Ahora, Patro no tendrá que recorrer media Sevilla para dejar sus plegarias en un banco de la Basílica. Lo tendrá a unas calles. La presencia en su barrio del Dios al que le reza cada viernes le causa «mucha alegría», sobre todo porque llega después de los duros meses de pandemia en estas zonas tan castigadas de la ciudad. «Será un vecino más. El mejor de los vecinos».
A otra feligresa de la parroquia de la Candelaria lo primero que se le viene a la cabeza al hablar de la visita del Gran Poder es la «santa misión» del Señor a «las Moradas» como se conoce popularmente a la barriada de Santa Teresa por el libro de oración que dejó escrito la santa abulense, cuya festividad la Iglesia conmemoró ayer. El Señor en 1965 «dio vida al barrio, la misma que ahora» .
«El primer misionero es el Señor»
El entusiasmo se nota entre los vecinos, sean practicantes o no. «El Gran Poder está por encima», dice Juana García. Su padre, Amadeo García Toscano, fue uno de los fundadores de la hermandad de Nuestra Señora de la Candelaria. «Si mi padre viera cómo está todo el barrio esperando al Señor» , dice emocionada.
Llegó con seis años al barrio. Tiene 70. Mujer de misa diaria, miembro de la pastoral de la salud de la parroquia, no deja de ir a la Basílica cuando pisa el Centro de Sevilla. Al Señor también lo tiene en su casa, a través de un cuadro que pintó su marido.
Está ilusionada con la llegada del Gran Poder, esperándolo con los brazos abiertos, como todo el vecindario. Bautizada en San Julián, pero confirmada y casada en la Candelaria, Juana deja una honda reflexión sobre la «santa misión» del Señor a Tres Barrios. No hace falta viajar a los países en vías de desarrollo para ser misionero, pues cualquiera puede serlo en cualquier rincón del mundo. «El primer misionero es el Señor viniendo aquí» , concluye, rememorando cómo era esta zona de Sevilla cuando ella llegó por primera vez: una huerta. El Señor vuelve hoy a aquellos campos a regar la fe de sus hijos más humildes. Ya lo dijo el evangelista San Mateo: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre».
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