Una sevillana con coronavirus: «¿Cómo voy a saber con cuánta gente he estado? Atiendo cada día a cien personas»

Trabaja en Sevilla capital atendiendo al público y, tras llevar varios días trabajando aunque con febrícula (su temperatura no superaba los 38 grados) acudió al hospital privado de su seguro a que la examinaran.

Allí le hicieron una prueba de la gripe y un análisis de sangre y la emplazaron a que recogiese los resultados el próximo viernes 20 de marzo . «El médico me atendió sin mascarilla ni protección y me recomendó que avisase al médico de cabecera para que me diese la baja si me encontraba mal». Pero no encontró cita hasta el lunes 9 en su centro de salud por lo que pasó todo el fin de semana en casa.

«Me volvió a atender otro médico sin protección y me dijo simplemente que me fuese a casa y si me encontraba peor, que llamase al 112. Sólo se puso la mascarilla para auscultarme. Menos mal que le pedí yo la baja para no trabajar porque me encontraba fatal», reflexiona ahora ya consciente de la enfermedad que tiene.

Viendo que no mejoraba, María se fue al Hospital Macarena donde estuvo más de cinco horas en urgencias . Allí sí que le pusieron una mascarilla nada más que la vieron pero no la aislaron ni le dieron otras recomendaciones hasta que no le tocó el turno de atención.

«Me hicieron una radiografía y análisis de sangre y orina y también me atendió un médico debidamente protegido y me hizo la prueba del coronavirus», comenta a ABC. «La prueba fue sencilla, ya que con un bastoncillo me tomaron muestras de la mucosa de la nariz y de la garganta».

A la espera de los resultados, la enviaron a casa en semiaislamiento hasta que ayer miércoles sobre el mediodía la llamaron para darle el resultado de la prueba. «Un médico muy amable me dijo que había dado positivo y que tenía que tener aislamiento en casa si era posible y, si no, me ofrecían ir al hospital en aislamiento».

Pero María ha preferido quedarse en su domicilio ya que tiene la posibilidad de estar aislada en una habitación y con un baño para su uso exclusivo.

El médico que le informó del positivo le preguntó con cuántas personas había tenido contacto y cómo se podía haber contagiado, «¿Cómo voy a saber con cuánta gente he estado en contacto? Atiendo cada día a cien personas y voy en Metro al trabajo », explica.

«Me han dicho que no salga de la habitación y que si tengo que hacerlo, me ponga una mascarilla igual que si alguien tiene que entrar. También me han pedido que limpiemos el baño con lejía y guantes y que la ropa sucia la guarde en una bolsa cerrada hasta lavarla. Y que todos los pañuelos o similares los tire en una bolsa cerrada a la basura».

María asegura que no está preocupada por su familia y que se encuentra muy cansada pero no muy mal, aunque no puede evitar pensar en su padre, mayor y delicado, «menos mal que hace muchos días que no he ido a verlo».