La pandemia provoca la primera caída de demanda en geriátricos de Sevilla

Antes de que el contagio de coronavirus se extendiera había casi 5.000 personas atendidas en geriátricos en toda la provincia, la cifra ha caído en más de 350 hasta el pasado 30 abril, cuando ese número alcanzaba los 4.642, un 7 por ciento menos , según los datos aportados por la Junta.

No influyen en este balance las plazas libres por fallecimiento, pues los dispositivos de valoración de la dependencia han sido ágiles a la hora de resolver las vacantes y asignar a un nuevo beneficiario. Las fuentes consultadas admiten que «en Sevilla se ha observado una disminución considerable de la demanda del servicio de atención residencial , lo que se traduce en que en la actualidad queden puestos libres en algunos centros de la provincia».

Los motivos, según indican, se deben al miedo y las medidas preventivas impuestas para el ingreso , lo que ha hecho que la renovación de usuarios sea más lenta. La lista de espera se ha reducido, aunque la administración hace una puntualización cuando se aborda este tema, recordando que la prestación que se concede, ya sea económica o asistencial, conlleva una valoración y esta se hace de manera personalizada, con lo que esa cola va fluctuando.

En todo caso, el virus le ha dado la vuelta al sistema de residencias y ha demostrado lo vulnerable que son estos dispositivos , que sólo han encontrado respiro tras completarse la campaña de vacunación. Esa fue una de las razones por las que se priorizaron tanto a los residentes como a los trabajadores que los atienden, que han vivido un auténtico infierno durante los meses en los que se disparaba la tasa de positivos .

Tanto es así que la Fiscalía vigiló desde el principio la situación de los centros para ver si los dramáticos resultados obedecían a errores o negligencias en la gestión , pero los casos en los que se han detectado irregularidades son mínimos, demostrando que la inspección funciona y que la inmensa mayoría de las residencias actuaron bien, independientemente de los resultados.

La prohibición de visitas y la restricción de las salidas de los mayores sirvieron de contención en los primeros meses, pero no evitaron que el virus se extendiese entre los mayores con resultados fatales. En los primeros meses de la pandemia se llegaron a registrar 150 muertes por la enfermedad en las residencias de ancianos y otras ocho en centros de discapacitados, según los datos de la Fiscalía. Una vez que bajó la tasa tras pasar más de dos meses de confinamiento estricto, parecía que lo peor había pasado, pero en la segunda ola, que comenzó a finales del verano, el Sar Cov-2 se volvió a cebar con estos dispositivos de atención, registrándose muertes en 23 de los más de 170 que hay en la provincia.

Una vez que pasó la Navidad las cosas comenzaron a mejorar con la extensión de la vacunación que empezó precisamente por las residencias. Conforme los usuarios fueron siendo inmunizados, tanto el volumen de contagios como los ingresos y fallecimientos empezaron a remitir , localizándose casos muy aislados. Ahora los informes periódicos que ofrece a diario la Consejería de Salud apenas hacen referencia a los geriátricos, cuando antes ocupaban buena parte de ese reporte informativo.

A finales de febrero todos los centros residenciales sevillanos estaban vacunados y desde entonces cuando se localiza algún brote en los cribados rutinarios los afectados suelen estar asintomáticos o cursando la enfermedad de forma leve . Todo eso le irá devolviendo la normalidad al colectivo y, de hecho, esta caída en la demanda no ha cambiado los planes de la Junta para seguir ampliando la red asistencial con nuevas plazas concertadas.

Desde la Consejería de Igualdad aseguran que en los últimos dos años se ha ampliado el número de camas en 158 en la provincia de Sevilla y está previsto seguir creciendo con otras 125 más a lo largo de este año . En lo que respecta a toda la región, han aumentado las plazas en 765 desde 2019 y al final de 2021 habrá otras 800 más. Otra de las medidas para mejorar la gestión, según indican, es el mapa de recursos de la dependencia, que tendrá un papel fundametnal para poyar la planificación y tomar decisiones.