El secreto oculto bajo las colinas del Aljarafe sevillano

Apenas hay un kilómetro en línea recta entre las colinas citadas y los monumentos megalíticos que se remontan miles de años por lo que los técnicos apuntan a que toda esa zona «está hirviendo» en lo referente a los estudios arqueológicos. Sin embargo, no se conocen por el momento que vaya a haber excavaciones en estas colinas. Además, existe una fuerte controversia sobre el hecho de lanzar ideas antes de que se produzcan los estudios pertinentes.

Sin embargo, cabe recordar el historial de yacimientos que existen sin salir de la comarca. A los citados, hay que sumar el del Carambolo y el dolmen de Matarrubilla, otro espacio investigado en el término municipal valencinero. Es decir, en un área de unos 12 kilómetros cuadrados aproximadamente hay excavaciones que invitan a continuar analizando una zona con mucho potencial arqueológico.

Alejandro Jiménez es arqueólogo y aunque razona a ABC de Sevilla de que no es un especialista en este espacio de la comarca sevillana ni tampoco del período prehistórico sí destaca que «llaman la atención esas colinas» y lo que pudiera haber allí si se hacen excavaciones. Destaca todos los alrededores que existen en torno al río Guadalquivir y su cauce que van desde Coria del Río hasta la capital y sus entornos.

El propio Jiménez aportó una imagen de las colinas y sus formas mediante una técnica de teledetección activa llamada LiDAR, la cual está basada en un sensor que emite pulsos de luz ininterrumpidamente y capta sus retornos, también denominados ecos o rebotes. Esta información de elevaciones del territorio se utiliza en la arqueología y observándola, los promontorios llaman la atención y sobre todo, destacan por el lugar en el que se hallan.

Para contextualizar la situación, cabe recordar cómo era el entorno de Sevilla hace miles de años. Por un lado, se encuentra la cornisa del Aljarafe, la más cercana al lugar donde se fue desarrollando el primer núbleo urbano de Híspalis.

Por otro y a varios kilómetros de la ciudad, se halla la comarca de Los Alcores, otro punto 'caliente' de yacimientos, con excavaciones desde hace años y con múltiples investigaciones que se desarrollan en cada curso.

Precisamente, de esa zona es otro arqueólogo consultado es Juan Manuel Román, de Carmona y comenta a este periódico que en su zona «ha habido alguna investigación a finales del siglo XIX o principios del XX» en el entorno pero acerca de las colinas del Aljarafe ahonda en la idea de que «siempre que he pasado por allí me he fijado en ellas por su forma pero se necesitan más estudios sobre las mismas».

Los especialistas consultados destacan que no conocen análisis concretos sobre estos promontorios de la comarca más cercana a la capital y ante eso, llegan a surgir un intenso debate por las posibilidades que pudiera haber en el Cerro de Santa Brígida y sus alrededores. El mencionado Alejandro Jiménez señala que «no habría vidas para poder analizar todo lo que existe en el entorno de Sevilla».

Otro arqueólogo que prefiere ceñirse sólo a su área de actuación es Manuel Vargas, de Valencina de la Concepción, donde sí destaca que es «un yacimiento importante» donde se han encontrado elementos prehistóricos, romanos y hasta musulmanes.

Por otro lado, el catedrático del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuan vuelve a insistir en que no hay ninguna investigación científica sobre estos terrenos y que por tanto, no puede valorar nada sobre las colinas del Aljarafe que se hallan en Camas.

Además, Manuel Casado, el cual ha trabajado en el yacimiento de El Carambolo, explica a este periódico que primitivamente en el Cerro de Santa Brígida había una ermita y luego hubo una producción manufacturera pero comenta que se necesita un motivo para hacer prospecciones allí.

De todas formas, añade que el río Guadalquivir llegaba hace miles de años hasta la altura aproximada de El Carambolo por lo que todo ese área estaría habitada y así lo demuestran todos los yacimientos mencionados con anterioridad.

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A pesar de las diversas opiniones, el debate está servido entre los arqueólogos y los técnicos en un espacio rico por explorar y donde destacan estas colinas que presiden el Aljarafe y observan la ciudad desde hace miles de años.