Peligra la final de la Copa del Rey 2025-26 en el estadio de la Cartuja en Sevilla
La candidatura hispalense aspira a reeditar por séptima vez consecutiva la final de las finales, pero el presidente de la RFEF habla de un «concurso público», con Valencia y Barcelona al acecho
Los capitanes del Barcelona Ter Stegen y Ronald Araujo levantan la última Copa del Rey en el estadio de la Cartuja
El estadio de la Cartuja de Sevilla aún no ha dicho adiós a la esperanza de alojar otra final de la Copa del Rey, la de la presente 2025-26, pero lo cierto es que no las tiene todas consigo en su ilusión por ... hospedar una de las mayores ventanas mediática y deportivas del balompié a nivel nacional, con la fecha de abril de la presente temporada, máxime tras esa última celebración del torneo del K.O. en la que se batieron en duelo el Barcelona y el Real Madrid en el mencionado coliseo hispalense con el triunfo agónico de los azulgrana sobre los blancos (3-2) en un encuentro en el que volvió a ganar por sexta vez consecutiva la ciudad de Sevilla.
Es así a juzgar del importante retorno económico que la final reportó a la ciudad, estimado por la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en unos 75 millones de euros tan sólo en aquella contienda en la que se adecuó la Cartuja a un estadio de primer nivel en un tiempo récord. Ahora se mira con lupa al Mundial de 2030. Todos los ojos en España se volvieron a aquella cita copera y está por ver qué ciudad es la que toma el testigo del recinto cartujano, que no en vano aún no está descartada definitivamente del proceso, tal y como aseguraba tanto el propio alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, como el propio presidente de la Federación española en una intervención pública reciente. «Está llamado a ser un referente en lo deportivo, en lo cultural y en lo musical», fue lo que estableció Sanz sobre el estadio, dejando patente su deseo por que Sevilla no deje de ser el epicentro de esta fiesta copera nacional.
Con la pasada edición entre el FC Barcelona y el Real Madrid concluyó el último acuerdo que fue suscrito en tiempos del expresidente Rubiales. Así lo estableció hace escasos días el mandatario de la Federación española, Rafael Louzán, que valoró en el Fórum Europa desarrollado por la organización Nueva Europa el feudo de la Cartuja como un «gran escenario, ahora con capacidad para 72.000 mil personas, que ha acogido las seis últimas finales de Copa y muchos partidos de la selección absoluta, como el próximo, que espero que nos dé la clasificación al Mundial», precisaba, haciendo referencia al vital choque frente a Turquía del martes 18 de noviembre que se decidirá sobre tapete hispalense.
Sin embargo, el máximo responsable federativo aseveraba la existencia de un concurso público en el que no se ha terminado aún el plazo «para que se presenten las propuestas» que quieran dar cabida a la cita final para el trofeo, obviando implícitamente que tanto Valencia como Barcelona son dos de las dos grandes candidatas a llevarse el duelo a los campos de Mestalla y el Olímpico de Montjuic, respectivamente. «En este momento hay dos o tres ciudades interesadas, que nos trasladaron sus inquietudes», añadía Louzán. Una es Sevilla. «Lo único es que se tienen que adaptar al pliego que hemos presentado, que por las cifras que he dado antes, se puede comprobar que es un gran atractivo. Estas ciudades están muy interesadas», agregaba el directivo.
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Las dificultades en Barcelona y Valencia
«Estamos muy a gusto en Sevilla», alegaba el ejecutivo de la RFEF, pero según manifestaba Louzán, «estamos en concurso abierto para estadios de más de 50.000 espectadores», apuntaba. Una condición que sólo superan en España en posibles asistentes cinco estadios: el Santiago Bernabéu (83.186), el Metropolitano (70.460), la Cartuja (70.000) el Olímpico de Montjuic (55.926) y San Mamés (53.289). Mestalla queda justo al borde (49.430) y está por ver si el Valencia tiene algún tipo de ampliación apalabrada que le permita superar dicho umbral. Fuera quedan ya de cualquier registro el Ramón Sánchez-Pizjuán (43.883) y el Reale Arena de San Sebastián (39.313).
Queda por saber igualmente si el Barcelona cuenta en su propuesta con el propio estadio olímpico en el que se encuentra disputando sus encuentros de forma provisional, o tiene la posibilidad de abrir a medio plazo, dado que la final será en abril de 2026, el Spotify Camp Nou, algo que se antoja más difícil dadas las continuas demoras en los vanos intentos de reapertura del estadio barcelonista, cuyo aforo está previsto que rebase cualquier cúspide estadística del país, con 105.000 aficionados poblando sus gradas en el futuro, superando en 22.000 espectadores al Bernabéu, el segundo en liza. Sólo entonces se convertirá el Camp Nou en el mayor campo de fútbol de Europa.