Un monumento a la vida a ras de suelo

Se inauguró el 25 de marzo, día de la Encarnación, aunque la solemnidad litúrgica hubo que trasladarla al primer lunes pasada la octava de Pascua y se celebró el pasado día 8 con una eucaristía organizada por la delegación diocesana de Familia y Vida en la parroquia de San Pedro de Sevilla. En la provincia, el 24,2% de los embarazos acaba abortado, 4.671 en total (la cifra más alta tras Madrid y Barcelona), según datos de 2022.

Es obra de la artista Constanza Gavira, que la ha donado desinteresadamente, aunque con algunas condiciones que hablan de su compromiso con la causa: debía costearse con donativos y acciones benéficas para no detraer fondos para madres gestantes y tenía que colocarse a ras de suelo sin pedestal alguno para que el público pueda fotografiarse con ella y tomar conciencia del carácter sagrado de cada vida.

Manuel Fernández, el presidente de esta pujante asociación Pro-Vida, no conoce otra estatua como esta en España, instalada además en la única vía pública rotulada con el nombre de una asociación de defensa de los no nacidos, en Mairena del Alcor desde 2016 «sin que haya habido ni un solo acto de vandalismo», recalca.

La asociación, aconfesional, tiene un poderoso vínculo con el arte porque cada lustro organiza una muestra titulada 'La vida en el arte' en honor de Luis Tomás Rubio, publicitario católico muerto prematuramente que se volcó con la actividad que desarrollan en Mairena.

Pero, aparte de la difusión de la cultura de la vida, la asociación centra su actividad en atender a gestantes y socorrer a madres necesitadas de ayuda. «De manera continuada, llegamos a unas cien familias», merced a donaciones, donativos y el trabajo desinteresado de los voluntarios. Tienen constancia de que su intervención en las cuatro décadas de existencia habrá salvado la vida de varias decenas de niños cuyas madres habían decidido abortarlos. Y muchos otros casos en los que una palabra de aliento o una llamada al teléfono que mantienen abierto sirvieron de impulso para que las madres dieran a luz.

La asociación despliega una actividad incesante: edita calendarios que vende por las parroquias sevillanas, elabora carteles, edita la encíclica 'Evangelium vitae' de San Juan Pablo II en 1995 y acude a conferencias, charlas y debates allí donde reclaman a sus miembros para expresar su rechazo al aborto y su defensa de la vida.

Pero dos campañas han sido particularmente efectivas: la de los taxis de Sevilla capital que han lucido lemas en varias ocasiones en favor de la vida durante meses y la de los pies preciosos, la reproducción fidedigna de los piececitos de un feto de diez semanas convertida en insignia de solapa. La asociación Pro-Vida de Mairena del Alcor tiene la patente y el registro para evitar que su uso pudiera malversarse.

Hace poco han entregado el pin número 600.000, lo que da idea de la enorme difusión de este emblema internacional a favor de la vida del nasciturus que le demandan desde toda España y de otros países europeos. Ese pequeño recordatorio ha servido, en algunos casos, para conmover el corazón de embarazadas que estaban decididas a dar muerte a la vida que habían concebido. «Una profesora nos contó por carta que una de sus alumnas a las que le había regalado los pies preciosos lo llevó a su casa y una tía de la chica, que tenía cita para abortar, se quedó tan impactada que desechó la idea», comenta Manuel Fernández, en el grupo pionero que fundó la asociación cuarenta años atrás.

Desde esa perspectiva que le da la experiencia, manifiesta que el aborto se ha «banalizado» y que ya no causa tanto «horror» como sucedía en los inicios del movimiento provida. «Las leyes y los políticos van por delante en favor de la cultura de la muerte que la opinión de las personas, igual esto las arrastra a determinados postulados», reflexiona Fernández.

«En la inauguración del monumento, hice mías unas palabras de San Juan Pablo II en 'Evangelium vitae' en las que decía que la situación contraria a la vida es tan enorme en el mundo actual que se requiere más que nunca mirar de frente a la verdad y llamar a las cosas por su nombre sin ceder a compromisos de conveniencia que lo estamos viendo constantemente o a la tentación del autoengaño», sostiene Manuel Fernández.

La asociación Pro-Vida de Mairena del Alcor mantiene una presencia pública muy activa que la lleva a montar caseta de feria justo esta semana en el certamen festivo más antiguo de Andalucía y a desfilar con carroza propia en la cabalgata de Reyes Magos. Y a repartir ayudas a 2.600 madres y 4.600 niños menores de tres años con 13.000 familias atendidas en sus cuarenta años de historia.

Esa que desde el 25 de marzo se encarna en el bronce de Constanza Gavira a ras de suelo. Como la defensa de la vida que llevan a cabo con tesón, lejos de las grandes ideas y los prejuicios ideológicos o religiosos: a pie de calle.