Los Gallo pagaron el mausoleo a Benlliure con la venta de la casa de la Alameda de Hércules

Este nuevo libro está estructurado en tres líneas principales de investigación, en torno a la figura de Gallito: su desconocido interés por el mundo de la cultura, la refutación de la supuesta enemistad con los Bombita y, aún más interesante, la herencia que dejó sin haber rubricado testamento. A esta última conclusión llegan tras 'desbloquearse' los documentos por el paso de los cien primeros años en el Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla. «Ahí descubrimos la partición de su herencia, sin testamento alguno. Prácticamente todo lo que tenía era dinero, la mayor parte en valores de la deuda española», explica Fidel Carrasco.

Sorprendentemente, en estos archivos descubren los autores que José no tenía propiedades: la famosa casa de la calle Arrieta de Madrid era alquilada –«el dinero de la fianza devuelto se incluyó en la herencia»–, el cortijo de Pino Montano se lo donó a su madre y ésta, a su vez, a Rafael 'el Gallo', quien lo terminaría hipotecando antes de adquirirlo Ignacio Sánchez Mejías, y la casa de la Alameda de Hércules estaba apalabrada con la viuda del Duque de Alba. «Los herederos cumplieron con la última voluntad de José, que fue la venta del número 73 de la Alameda de Hércules por 132.000 pesetas», señala Fidel Carrasco.

El mismo documento de la partición analizado por los escritores desvela que «se apartaron 125.000 pesetas para el mausoleo». Es decir, la escultura encargada a Mariano Benlliure tuvo casi el mismo valor económico que la suntuosa casa familiar de los Gallo. Este gesto respalda la teoría de los autores de que «los hermanos Gómez Ortega tenían buena relación en el momento de la muerte de Joselito, sino ¿cómo iban a apartar un dinero tan importante para un monumento?». Además, este documento anula definitivamente la leyenda popular de que la escultura había sido sufragada con una campaña popular: «En representación de Ignacio Sánchez Mejías, que estaba en plena temporada, acudió su hermano Aurelio; ahí se acordó devolverle las 28.000 pesetas que adelantó por los gastos del entierro».

Estos descubrimientos coinciden en el tiempo con la preocupante situación que en estos momentos rodea al mausoleo que diseñó Mariano Benlliure, escogido por la familia «por ser amigo personal de José y porque era el mejor artista del momento», señala Carrasco. En uno de sus libros recuerdan que un día antes de la muerte del 'rey de los toreros' en Talavera de la Reina, Gallito le dedicó una fotografía al escultor valenciano tras su actuación en la plaza de toros madrileña: «A Mariano Benlliure», firmado el 15 de mayo de 1920.

En palabras de este investigador de la vida de José Gómez Ortega 'Gallito', «el mausoleo sólo puede estar en el cementerio de San Fernando porque ahí lo quisieron sus hermanos y con esa voluntad destinaron tanto dinero». Según las estimaciones del economista Ignacio Sánchez-Mejías Herrero, el coste del conjunto escultórico abonado a Mariano Benlliure supuso el 8 por ciento de la herencia de Joselito 'el Gallo'.