El casero de Candi, el trans condenado por maltrato: «Es un inquiokupa, tiene novia y amenazó con pegarme un tiro»

Cuando los padres alquilaron este domicilio, Candi ya había pasado por la cárcel tras maltratar a la madre de su primer hijo. Después fue nuevamente condenado por violencia de género a la madre de sus otros dos hijos. Y cabe recordar que este viernes contó este periódico que hay una tercera víctima de Candi por malos tratos. Esta casa, según explican, está edificada en el mismo terreno en el que vive la familia propietaria.

Con la llegada del por entonces Cándido comenzaron los problemas de convivencia con los vecinos y sus caseros. Estos aseguran haberle conocido «varias novias». Pese al cambio de género registral que tanta polémica ha levantado estos días, sus caseros aseguran que sigue teniendo pareja. A tenor de la descripción que dan a este periódico, esa «novia» es la supuesta «amiga» que le acompañó hace unos días a la entrevista concedida a ABC para contar su versión acerca de las condenas por maltrato que tiene acumuladas y desvincularse del «fraude de ley» que ha denunciado el abogado de una de las víctimas después de lograr la inhibición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer tras su cambio de sexo en el Registro Civil de Sevilla.

Miguel Macías, funcionario de prisiones, pidió hace unos meses un traslado a Lanzarote «para no hacer una locura». Quiso poner agua de por medio tras su «calvario» con Candi, arrendataria del inmueble de sus suegros, colindante al suyo. Explica que en enero de 2023 comenzaron los impagos del alquiler: «Es un inquiokupa». Pese a las denuncias y órdenes de embargo, Candi, sus padres «y sus parejas» siguen disfrutando del domicilio de la familia de Miguel Macías en San José de la Rinconada.

La Audiencia Provincial de Sevilla confirmó el pasado 29 de febrero de 2024 una sentencia previa del Juzgado de Instrucción número 14 en el que se condenaba a «Cándido del Cerro» por un delito de amenazas contra su casero. Según los hechos probados, en junio de 2022, durante la celebración de una barbacoa familiar, «Cándido del Cerro comenzaba a proferir insultos y amenazas contra Miguel Macías, diciéndole que sabía que era un funcionario de prisiones y que le iba a matar, a pegar un tiro y todo ello a grito y en numerosas ocasiones». En su recurso de apelación, finalmente desestimado, Cándido aseguraba recibir insultos como «maricón» o «delincuente» de parte del denunciante.

Además de adeudar el alquiler del domicilio desde hace más de un año y medio, los propietarios lamentan que en el último recibo de agua vino una factura de 200 euros «porque Candi se dedica a la compraventa de coches y los lava con una manguera en la puerta de la casa». Según explica Miguel Macías, tras el último conflicto la mujer transgénero chilló en alto: «Papá, dame la pistola que le voy a pegar un tiro a este tío». Aquel episodio fue presenciado por «un amigo Guardia Civil que vino como testigo».

Sobre el cambio de género registral de Candi, los caseros del domicilio en el que reside como «inquiokupa» respaldan la teoría del abogado José Antonio Sires sobre el «indubitado fraude de ley». De hecho, recuerdan que el pasado mes de mayo, cuando Candi ya se había registrado como mujer, tuvieron un nuevo juicio contra su inquilino. «Fue con su novia y ésta se presentó como tal ante el juez». Sobre la posibilidad de que Candi sea ahora lesbiana, son tajantes: «Es un sinvergüenza».

La mujer de Miguel Macías, hija de los propietarios del domicilio okupado, asegura haber denunciado nuevos episodios de violencia de género a esta nueva pareja ante la Guardia Civil con varias grabaciones en las que se escuchaban estas supuestas «palizas». Además, apunta que esta mujer ha tenido varios conflictos con los propietarios y camareros de dos conocidos ventorrillos de San José de la Rinconada. Después de compartir en su tablón de Facebook la entrevista publicada por ABC, comentando sus problemas con Candi, Miguel Macías asegura haber recibido una llamada de ésta en la que le amenazaba con «quemar nuestra casa» si no borraba la publicación.

Este periódico contactó ayer con Candi para conocer su versión. Candi negó la versión de sus caseros y señaló que el motivo de los impagos es que «la casa está registrada como una yeguada y eso es un fraude».