Las averías en la red ferroviaria vuelven a causar el caos en Santa Justa: «Espero llegar a mi cita médica en Madrid»

Entre los viajeros que llenan la estación se encuentra Lucía, una joven sevillana cuyo tren debería haber salido alrededor de las 10 de las mañana de este martes. «Mañana tengo una cita médica, espero poder llegar hoy», declara a este periódico. Añade que no tiene más información que la que resuena en la estación aunque reconoce que «con tanto barullo ya ni se escuchan los anuncios».

Marta es otra de ellas que, junto a su pareja, espera poder llegar cuanto antes a su destino. Viven en el Puerto de Santa María dónde tenían un tren destino Sevilla, que ha salido con media hora de retraso. Ese tiempo ha hecho que cuando llegaran a la capital andaluza perdieran el tren a Barcelona. «Tenemos un concierto esta noche, no sé si llegaremos», explica a ABC.

Una familia inglesa también se encuentra entre los afectados. En su caso, la falta de información se une a la barrera del lenguaje. Han llegado a Santa Justa sobre las 10 horas, ya que tenían un tren a Córdoba a y media. «Viajamos a Córdoba pero nuestro destino final es Granada», explica John, quien reconoce que perderán el segundo tren por el retraso del primero. Esperan a las puertas de información de Renfe como otras decenas de pasajeros que reclaman explicaciones. La cola de en atención al cliente en la principal compañía ferroviaria es de tal magnitud, que sale al vestíbulo de la estación; al igual que en compañías como Iryo.

Patricia, Almudena y Teresa son tres jóvenes de 20 años que mañana viajan a Uganda donde realizarán un voluntariado. Viajan junto a un grupo de 50 personas que esperan en Madrid. Son las únicas de Sevilla y por tanto en esta situación. «Cogimos el tren un día antes por si había problemas con las conexiones, que están fallando mucho», explica Patricia. Consigo llevan dos maletas de material que han recopilado. «Vamos a ir a Madrid si o sí, llevamos meses preparando este viaje», añaden las jóvenes. Entre sus opciones barajan ir en furgoneta, ya que los autobuses están llenos.