Sevilla rinde homenaje al cardenal emérito Carlos Amigo Vallejo

El acto ha contado con la participación del propio Amigo Vallejo, junto al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; el primer edil del municipio vallisoletano de Medina de Rioseco -lugar de nacimiento del cardenal-, Artemio Domínguez, entre otras personalidades de la vida social, cultural y de la Archidiócesis.

En este marco, el cardenal ha subrayado su trabajo para que la Iglesia esté «abierta a todos» ya que de lo contrario «habría que cerrarla». «Me emociona pensar que los Gitanos me quisieron como hermano mayor, que los presos me regalaron cerámicas de sus talleres o el cariño de las instituciones de personas con deficiencias, porque mi iglesia es la de todos», insiste.

Además, matiza que las relaciones con las Hermandades, «que algunos dicen que son difíciles, son maravillosas porque la Semana Santa es extraordinaria en toda su expresión, al ser la unión de la fe, de la semilla y del pueblo, elementos que no se pueden separar».

«Media no es un pueblo donde he nacido, sino la vida que llevo donde voy, que me acompaña, y Sevilla no es sólo donde he vivido, sino la vida de las personas que quiero, que me ha cuidado y mimado, que me acompaña en mi peregrinaje», concluye.

Ha recordado su llegada a Sevilla, donde fue recibido por el entonces alcalde Luis Uruñuela, a quien asegura que le pidió que lo tratara como un sevillano más porque «para ser buen cristiano hay que ser buen ciudadano», incidiendo en que Sevilla «pertenece a todos».

Al hilo de esto, Zoido destaca los 80 años que Amigo Vallejo lleva «dedicándose a los demás, con una vinculación a Sevilla y un amor incuestionable». «Siempre ha sido un trabajador incansable y estuvo a la altura de la capital de Andalucía, que hoy le rinde un merecido homenaje», agrega, recordando sus 27 años en la ciudad, en los que «supo estar al lado de los sevillanos».

Añade que su paso por la ciudad ha sido «inolvidable», por lo que permanece en el recuerdo de los sevillanos, a los que ha estado «muy unido y, especialmente, a los más débiles, a los que más necesitaban su calor». «Lo que importa es el saber escuchar y que la Iglesia esté comprometida con quien más lo necesita», añade, tras enumerar un largo listado de ciudadanos que han recibido su atención.

Para Zoido, Amigo Vallejo alcanzó su meta «con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación», mencionando asuntos como la modernización de Sevilla, con «especial celo en el cuidado del clero».

Por su parte, Domínguez ha puesto en valor esta «magnífica muestra en un lugar privilegiado» que fuera expuesta por primera vez en Media de Rioseco, para cuyos ciudadanos «venir a Sevilla es como venir a casa». Así, señala que esta exposición pretende acercar al visitante a la vida del cardenal, además de permitir conocer la ciudad de los almirantes de Castilla, con obras de arte como un Jesús atado a la columna, de la hermandad de la que Amigo Vallejo es hermano.

También, destaca que la muestra pone de manifiesto las uniones entre estas dos ciudades que se han ido «encontrando a lo largo de la historia, siendo ahora con Amigo Vallejo símbolo de nuevos lazos».