entrevista
«No se trata de echar sal sobre heridas que están todavía abiertas, sino de hacer justicia»
El presidente de la comisión histórica para la causa de los 21 mártires, José Leonardo Ruiz, cuenta cómo ha sido el proceso de búsqueda
«No se trata de echar sal sobre heridas que están todavía abiertas, sino de hacer justicia»
—¿Quién está considerado un mártir?
—Es una víctima inocente que ha sido perseguida y asesinada a causa de su fe y que, en el momento extremo de su muerte, no ha renunciado a su condición religiosa. Por eso, para ser considerado como tal, ... no es suficiente ser un buen católico practicante, sino que tiene que ser perseguido no por su ideología, condición socioeconómica o profesional, sino por su creencia religiosa que la conduce a la muerte martirial.
—¿Cuál es la función de la Comisión que preside?
—Ha tratado de determinar las personas que desde un punto de vista histórico, han sido perseguidas y asesinadas en razón de su fe quedando acreditado los hechos con las correspondientes pruebas documentales.
—Hay quien ve en estas causas algún tipo de revanchismo, una memoria histórica a la inversa.
—En absoluto. Siempre ha presidido la actuación de la Comisión el encontrar víctimas sin tener en consideración su ideología, explorando las de ambos bandos contendientes de la Guerra Civil. No hay un intento de echar sal sobre heridas que parecen estar todavía abiertas, sino hacer una labor de justicia. Los sucesos de los años 30 están llenos de víctimas inocentes de distintas ideologías y creencias, y nosotros hemos buscado, de entre todas ellas, las que han sido perseguidas por su condición de cristianos. Se traicionaría el espíritu del mártir, que murió perdonando a sus verdugos, si lo utilizásemos como elemento para propiciar enfrentamiento.
«Son personas que murieron víctimas de la fe sin importar su ideología»
—¿Por qué nunca se ha investigado esto?
—En otras diócesis se ha hecho. En Sevilla se empezó a hacer en el 37, con el cardenal Ilundáin, y después con el cardenal Segura, pero no se terminó de cerrar. El actual arzobispo lo promovió cuando estaba en Córdoba y lo ha hecho ahora en Sevilla.
—¿Cómo han encontrado a estos 21 siervos de Dios?
—Hemos usado documentación archivística de la Iglesia, civil, militar, hemerográfica y bibliográfica, analizando a más de medio millar de personas. Teníamos que encontrar que esas muertes tuvieran criterio de martirio. Hemos descartado a muchas personas porque realmente no teníamos información suficiente o porque no quedaba claro que hubieran sido perseguidos por su condición de cristianos. También hemos descartado a los que, llegado el momento, no aceptaron con resignación su sino. Hay que demostrar que asumieron la misma Pasión de Cristo, es decir, ser como cordero conducido al matadero.
—¿Quiénes eran estos 21 mártires sevillanos de la guerra?
—Esta Causa la componen diez sacerdotes, un seminarista que muere protegido por su padre, también asesinado, en el patio de la cárcel de Cazalla. Y luego son diez los seglares, uno de ellos mujer, de una condición social muy dispar, desde un zapatero a un abogado. En el caso de Rafael que al ver que su hermano, el párroco de El Saucejo, es conducido a una muerte segura decide acompañarle deseando para sí la misma suerte. Antes de partir para ello se despidieron de su madre que en esos momentos agonizaba.
—¿En qué contexto se producen estas ejecuciones?
—Casi todas se producen cuando las fuerzas del bando sublevado están llegando a cada municipio y allí se practica la política de tierra quemada.
—¿Dónde se encuentran sus restos?
—Hay casos como el de Cazalla en los que los cuerpos fueron destrozados, reuniéndoles en un patio y disparándoles y arrojándoles bombas. Muchos están en mauseoleos que se construyen durante el franquismo. En otros lugares, los sacerdotes están enterrados en un panteón para sacerdotes. En el caso de Rafael Machuca, que fusilan en el cementerio de Málaga, está enterrado en una cripta de la Catedral pero en este caso sus restos no están identificados.
—¿Qué paralelismo ve con los perseguidos en Oriente Medio?
—El tema del martirio arranca desde los inicios del cristianismo, en la época romana, siendo el proceso similar en todos sitios y momentos históricos.
—¿En qué otras etapas ha habido mártires sevillanos?
En la época romana, como es el caso de las Santas Justa y Rufina, y luego en los procesos secularizadores de la etapa contemporánea. En el medievo y edad moderna existía una identificación entre el altar y el trono que no daba pie a esas persecuciones.
—¿Cómo ve la situación de los seglares en la actualidad, con una sociedad cada vez más secularizada?
—Los seglares parecen estar cada vez más comprometidos en la defensa de sus planteamientos. En una España donde la Iglesia tradicionalmente no ha tenido graves problemas salvo momentos puntuales, el católico ha estado relajado, y cuando se plantean situaciones que se entienden de mayor radicalismo, suele propiciar una respuesta más comprometida.
Noticias relacionadas
Ver comentarios