Sanidad hace acopio de fármacos antivirales para afrontar la amenaza de la gripe aviar
NURIA RAMÍREZ DE CASTRO
MADRID. La gripe aviar se aproxima a Europa y no es sólo una amenaza. El virus H5N1, una cepa que puede ser mortal para el ser humano, se extiende a gran velocidad desde el sureste asiático hacia el norte de Asia ... y está «llamando» a las puertas de Europa. La infección ya se ha detectado en varias regiones de los Montes Urales, donde las autoridades rusas ya han sacrificado a más de 11.000 aves. Se trata de la segunda zona geográfica de Rusia afectada tras Siberia, donde la enfermedad está causando la muerte masiva de aves.
La buena noticia es que, hasta el momento, ninguna persona muestra síntomas de la enfermedad, a diferencia de lo que ha sucedido en Vietnam, Tailandia o Camboya, donde la gripe aviar ha dejado un centenar de fallecidos. La preocupación aumentó ayer cuando el secretario de Estado del Ministerio de Agricultura y Protección del Consumidor alemán, Alexander Muller, informó de que se ha detectado la gripe del pollo en una partida ilegal de aves llegada al aeropuerto de Bruselas hace una semana. La cepa con la que estaban infectados era la H5N1. Muller quiso dejar claro, aún así, que «no hay peligro real para los consumidores europeos», pero afirmó que «la gripe aviar se acerca a nuestras fronteras».
Si la gripe atravesara la frontera, no sería la primera vez que visita Europa. En Bélgica, Holanda y Alemania todavía se recuerdan los brotes que hace dos años acabaron con la cuarta parte de la producción avícola y ocasionaron pérdidas millonarias. En esta ocasión el miedo es mayor porque el virus es de una variedad diferente, con capacidad para provocar una grave pandemia que se produciría si la infección empezara a transmitirse entre humanos y no sólo del pollo al hombre, como ahora.
España se prepara contra el virus
A falta de una vacuna preventiva, sólo se cuenta con medicamentos antivirales para hacer frente a esa posible crisis sanitaria. Las previsiones más optimistas consideran que si estos fármacos se distribuyen con rapidez entre la población se podría eliminar el virus antes de que empezara a extenderse. Esta es la razón por la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) negocia con una compañía farmacéutica la reserva extraordinaria de uno de estos fármacos. El mismo camino están siguiendo la mayoría de países desarrollados del sureste asiático.
España también ha empezado a almacenar antivirales. El Ministerio de Sanidad ordenó a finales de junio la compra de dos millones de tratamientos, que se sumarán a los 30.000 comprados por el anterior Gobierno. Antes de fin de año la reserva española contará con 180.000 dosis, pero a lo largo de 2006 Sanidad completará la compra. Nuestro país tampoco ha bajado la guardia en la vigilancia. Se mantiene activo el sistema para detectar personas enfermas que procedan de las zonas afectadas y los Centros de Vacunación Internacional están informando a los viajeros que se trasladen a países afectados sobre cómo protegerse.
Los antivirales, por sí solos, sólo permitirán ganar tiempo. Las esperanzas están en el desarrollo de una vacuna preventiva. Hace una semana, científicos del Gobierno de EE.UU. anunciaban resultados favorables de una vacuna experimental. El Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas ha contado que la vacuna ha producido una fuerte respuesta inmunológica frente al virus en 113 de los 452 voluntarios que participaron en el ensayo clínico. Anthony Fauci, director del citado instituto, confirmó que la respuesta era «poderosa» y «segura», lo que le hace augurar una rápida aprobación de la FDA, la agencia que autoriza en EE.UU. los nuevos medicamentos.
Pese a la vacuna y los antivirales, la lucha contra el H5N1 no es sencilla. Muchos expertos dudan sobre si será necesario inmunizar a toda la población o esperar a conocer si el virus de la gripe aviar se transmite entre humanos. Otro de los temores es que el virus pueda mutar y la nueva vacuna pierda eficacia.
Desde la OMS se repite la necesidad de extremar la vigilancia de la infección, producir grandes cantidades de antivirales y mejorar las labores de prevención de la gripe. En nuestro país, el director general de Salud Pública, Manuel Oñorbe, ha repetido varias veces que España «tiene los deberes hechos» y «está preparada» gracias al Plan de Preparación y Respuesta con el que cuenta. Aunque parte de esos deberes aún están sin hacer, como por ejemplo la instalación de una planta que Sanidad ha prometido y que permitiría fabricar vacunas contra la gripe sin depender del suministro de otros países. Las autoridades sanitarias españolas han ofrecido su colaboración económica a la empresa farmacéutica que quiera participar en el proyecto. Dos laboratorios ya han mostrado su interés por la idea, que deberá ultimarse a la vuelta de vacaciones.
Cierre de fronteras
Por su parte, la Unión Europea intenta protegerse de la gripe aviar cerrando sus fronteras comerciales. Ese es el motivo por el que, desde el pasado viernes, ninguno de sus miembros puede importar ni aves vivas ni plumas procedentes de Rusia y Kazajstán, los últimos países tocados por la enfermedad. En la práctica, la prohibición apenas afecta a los 25 estados de la UE porque no existía comercio de carne de pollo ni tampoco de derivados de la carne o huevos con estos países. Menos aún a España porque ni siquiera había transacciones comerciales de pájaros vivos ni de plumas.
Las cautelas comerciales no evitarán que las aves migratorias extiendan la infección como ya están haciendo en Rusia. La preocupación es mayor por lo que pueda ocurrir con los primeros fríos, cuando las aves busquen latitudes más cálidas y migren hacia el sur. Los flujos más importantes comienzan a finales de agosto y se producen hasta mediados de septiembre. Durante su viaje, se teme que puedan propagar la infección por algunos puntos de Europa, África y Estados Unidos.
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