Una médica española, harta de lo que le pasa con familiares y amigos por trabajar en el sector de la sanidad: «Despertarme un sábado...»
María Escori explica uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los doctores de España cada día
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Ejercer de médico va más allá de poseer conocimiento técnico sobre el cuerpo humano. Estos profesionales se enfrentan diariamente a una carga emocional intensa, a largas jornadas y a una constante toma de decisiones bajo presión. También hay que sumar la falta ... de recursos y el esfuerzo que extra que se debe hacer para mantenerse actualizado frente a los avances científicos y tecnológicos.
Además de todo esto, María Escori, médica de familia, habla de un problema que no es tan visible, pero que le afecta tanto a ella como a la mayoría de sus compañeros. La experta detalla que es algo que ocurre con familiares y amigos. En su cuenta de X lo explica.
Una médica española, indignada por lo que hacen sus familiares y amigos
María Escori menciona el problema al que se enfrentan los médicos prácticamente cada día. «Despertarme un sábado y tener mensajes de WhatsApp con consultas médicas de tres personas distintas porque sobre las 22.00 horas de un viernes recuerdan que tienen una amiga médica y es el mejor momento para comentarle sus problemillas de salud o los de un familiar», declara indignada.
La doctora no entiende que les parezca correcto hacer esto. «¿Al amigo abogado le pasará también?», se pregunta indignada.
Para comprender mejor sus palabras, María comparte parte de la conversación con una mujer.
- 22:30 horas. Ella: «Hola! A mi marido le ha salido pulsaciones bajas y colesterol en el trabajo, le han dicho que vaya al médico, te paso el informe del reconocimiento y me dices algo q estoy muy preocupada».
- 08:00 horas. Yo: «Hola, Lo siento pero no lo voy a mirar sin hablar con tu marido y saber que está de acuerdo».
- 08:05 horas. Ella: «Está de acuerdo, míralo y dime» y envía 10 páginas de pdf.
- 08:10 horas. Yo: «Me estás poniendo en un compromiso tremendo, lo siento, no voy a mirarlo salvo que sea él quien me escriba o me llame, dile que puede hacerlo esta misma tarde si quieres, ahora me pillas fuera de casa».
- 08:15 horas. Ella: «Bueno, pues ya irá a su médico, la semana que viene tiene cita».
- 08:20 horas. Yo: «Me parece lo más prudente, buen finde».
«La necesidad de inmediatez nos está empezando a causar serios problemas. A tomar por saco la autonomía del paciente, la confidencialidad, la longitudinalidad y casi nuestra amistad a la primera de cambio», reflexiona la doctora.
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