Una madre con 13 hijos se sincera sobre el dineral que gasta en productos básicos para el hogar: «Soy una gran cazadora de gangas»

Sarah Wolfgramm, de 48 años y originaria de California, siempre había soñado con tener una familia numerosa y como cada uno de sus embarazos se volvía «más fácil», ella y su esposo Haini, de 56 años, continuaron haciendo crecer su hogar. Tanto es así que Sarah, que trabaja en una empresa de catering, ha dado a luz a 14 niños en 22 años, sin embargo, uno de sus hijos falleció siendo tan solo un bebé. Por tanto, la familia cuenta con 9 hijas: Eve, de 27 años, Isabella, de 24, Tihané, de 23, Nora May, de 18, Hazel, de 17, Mary, de 13, Vaké, de 11, Lynnae, de 8, Joy, de 6 y cuatro hijos: Heinrich, de 26 años, Abraham, de 21, Maikeli, de 20, y Wesley, de 15.

Según ha revelado en sus redes sociales, para que todo siga funcionando, Sarah y Haini gastan alrededor de 6.300 dólares al mes, unos 5.795 euros, de los cuales 2.484 se destinan a la hipoteca, 1.103 a alimentos, 1.840 a facturas y 368 euros a artículos de primera necesidad.

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Y aunque tienen muchos gastos, Sarah hace todo lo posible por ser «ahorradora» comprando ropa con descuentos y comida a precios de mayorista. «Tengo el don de ser ahorrativa y frugal. Entonces necesitamos un mínimo de 6.000 dólares al mes para administrar la casa. Acudo a gangas, empresas de caridad y uso mi negocio de catering para conseguir comida a precios de mayorista»

Asimismo revela que, «cuando los niños quieren algo que no está en su presupuesto, como una camiseta nueva, trabajan para conseguirlo y la compran ellos mismos. Los niños mayores colaboran y se ocupan de sus necesidades personales, como las facturas de teléfono».

No obstante, pese a que sus hijos cuentan con empleos que sufragan sus gastos, Sarah admitió que se necesitaba mucha paciencia y apoyo para dirigir una casa tan grande. «Contamos con un enorme recurso de familia extensa (tías, tíos y primos) que siempre están felices de ayudar», afirmó.

La familia vive en una casa de seis habitaciones con tres baños junto con los padres de Sarah, Carl, de 74 años, y Lynn Knapp, de 73. Cada uno comparte una habitación, excepto Eve, que tiene la suya propia después de que Pihané se mudara. Por su aprte, Tihané, Heinrich, Bella y Maikeli tampoco viven ya en casa.

Tiene una cocina comercial y sartenes que utiliza tanto para su negocio de catering como para las comidas familiares. Calcula que gasta entre 400 y 500 dólares a la semana en comida, lo cual no es mucho teniendo en cuenta la cantidad de bocas que alimenta.

Por otro lado, Sarah confesó que no obliga a la familia a sentarse a comer todos los días, pero que siempre prepara la cena. «Sólo hago una comida al día. En la cena lo dejo todo en la encimera y los niños pueden cogerlo cuando quieran. Lo dejo fuera para que cuando los niños entren y salgan por la noche puedan coger lo que quieran. Hay que seguir el flujo y reflujo de quién necesita qué», expresó.

«Soy una gran cazadora de gangas. Voy a tiendas donde venden productos con taras, como latas abolladas o cajas rotas, pero eso no nos importa», dijo. «Si puedo conseguir una caja de cereales por 1 dólar en vez de 5 en el supermercado, eso es lo que obtendremos. Compramos en Costco o Sam's lo básico, ya que me encuentro con una factura enorme cuando salgo de esos grandes almacenes, así que los evito», concluyó.