Un español que vive en Alemania descubre el requisito por el que ha desistido a obtener la nacionalidad: «Que no cuenten conmigo»

Por este mismo motivo, entre aquellos que acaban encontrando su sitio en otro país acaba surgiendo el interés, o a veces la necesidad, de conseguir el pasaporte de esa zona. Esto se está notando especialmente entre quienes acudieron al Reino Unido, ahora fuera de la Unión Europea, y quieren su nacionalidad para facilitar sus posteriores viajes. Más allá de este caso específico, lo cierto es que este trámite burocrático interesa a muchos, vivan donde vivan.

Y esto es precisamente lo que quería conseguir @mpuchito, un usuario de TikTok que acaba de contar su historia. A pesar de no tener muchos seguidores, Mikel, un vasco que vive en Alemania, ha superado los 32.100 visualizaciones con un video su periplo para intentar conseguir la nacionalidad alemana, tal y como pretendía. «Se acabó», avisa él por escrito.

«Bueno, acabo de mandar un mail para pedir que se retire mi solicitud de la nacionalidad alemana», empieza Mikel su publicación. Así, explica que cumplía casi todo los requisitos y que el único que le faltaba era «un test de cultura», como una especie de examen de conducir «un poco más complicado» sobre cultura general alemana y de conducta. Él mismo ejemplifica que puede haber preguntas como si puedes pegar a un a mujer o casarte con siete mujeres en Alemania o sobre quién es el primer ministro del país.

El caso es que Mikel fue a pedir cita para realizar el test y le dijeron que para el 15 de marzo, cuando se va a realizar, «tenemos todas las plazas completas». Él preguntó si se podían ampliar plazas y les dijeron que no, porque siempre se permitían solo 25 personas. «25 plazas es nada», se queja. El vasco pidió para la próxima fecha y le dijeron que no sería hasta junio.

«Y llamo y no es en ese mismo sitio, es en otra ciudad», continúa el español, especificado que la región en la que él vive hay como dos cocapitales, separadas por unso 25 kilómetros, que se van repartiendo los organismos institucionales. A pesar de los impedimentos, Mikel intentó pedir hora porque le dijeron que quedaban plazas libres pero no se lo permitieron: le dieron cita para el 20 de febrero para poder apuntarse al test.

A partir de aquí muestra su indignación. «Es que no. No podéis hacer ping-pong con todos nosotros. Que nos hagas movernos a la otra ciudad, que un maldito martes me hagas dejar el trabajo para irme a apuntar, que son tres minutos lo que tardo... Acabo de mandar el mail un que no cuenten conmigo, que me da igual el test de cultura este», se queja. Además, lamenta que tiene que pagar 25 euros para hacerlo, sumados a los 225 euros por tramitar de por sí la nacionalidad. «Es que no me sale a cuenta. ¿Para qué? ¿Para votar en este país?», se queja aludiendo a los últimos resultados electorales y determinados posicionamientos del actual gobierno.

Finalmente Mikel reconoce que quizás lo vuelve a intentar en un futuro, «pero con la nacionalidad española que tengo ahora estoy muy a gusto. Y cuando saquen la vasca me haré vasca», acaba comentando en broma. Lo más surrealista de la historia es que tras este video, en una segunda publicación, ha continuado hablando de sus «desgracias burocráticas» y ha desvelado que le han dicho que por mail no puede avisar de que deja de pedir la nacionalidad y que tiene que hacerlo por correo postal.