supercopa de europa

Sevillanas, palmas y comida española en el corazón de Gales

Los miles de seguidores de ambos equipos comparten alegría y bromas en Cardiff. «Baila, baila, que mañana no tendrás ganas!»

Sevillanas, palmas y comida española en el corazón de Gales abc

Tomás gonzález-martín

Doce mil españoles del Real Madrid y del Sevilla han comenzado a invadir la tierra de Gareth Bale, Cardiff, una ciudad tranquila de 347.000 habitantes cuyas gaviotas, habitualmente reinas del ambiente, se han visto empujadas del primer plano por el fragor de ocho mil ... madridistas y cuatro mil sevillistas que han dado calor a esta urbe fría, húmeda y lluviosa. Tras la luna llena vivida anoche, regada con una tromba de agua, por la mañana sale el sol por minutos mientras los baños de agua celestial avisan que aquí el calorcito solo es un engaño.

Dos mil de los ocho mil seguidores del Madrid y medio millar de los cuatro mil forofos del Sevilla ya estaban aquí desde hace varios días. Aprovecharon la cita de la Supercopa de Europa para conocer Gales, sus campos verdes, su pesca, su escarpada costa y sus aguas marrones y negras, producto del choque constante de las olas sobre las rocas y las zonas arenosas que alternan el dominio de la costa junto a los acantilados. Es tierra de vacas, de leche y de pescado.

Hoy han comenzado a llegar gran parte de los otros seis mil merengues y los tres mil quinientos simpatizantes del club que se denomina «somos los de rojo», para distinguirse del blanco. Las vacaciones permiten tener más tiempo para conocer la capital de Gales y acudir al partido. La zona de «fans» del Real Madrid está situada en las calles céntricas de High Street, Castle Street y Womanby Street. El área sevillista se encuentra a trescientos metros de distancia de la del máximo rival, en Mill Lane y Lower Saint Mary Street.

Ambas aficiones comparten fiesta en la ciudad, con cánticos por sevillanas a los que se suman los madridistas bailando con sus compatriotas. «Hay que bailar sevillanas, que son muy españolas, somos compatriotas, pero mañana bailaremos en el campo al Sevilla», indica Jorge Rodríguez con picardía, un «blanco» de sesenta y dos años que viaja muchas veces con el equipo. «Lo bueno es que el campeón, como en la final de la Champions, también será un club español. ¡Pero que gane el Madrid ! ¡No podemos perder!». Mateo Luque, un jienense incondicional del cuadro andaluz, le contesta con ironía: «¡Ahora baila sevillanas con alegría, que mañana las bailarás con resignación, en honor del Sevilla!».

Carlos Martín, un merengue arngentino , devuelve el golpe con risas. «¡Vos bailad, bailad, sevillista, que mañana no tendrás ganas!». Hay buen ambiente por las calles de la Bahía y por el centro. Los aficionados de ambos equipos se hacen fotos conjuntamente, unos con montera y capote, otros con bigote y bombín. Los tópicos que no falten.

Desde las «fan zones» del Madrid y del Sevilla , situadas en el corazón de la urbe, se tarda un cuarto de hora en llegar andando al estadio del Cardiff City, que ha vendido las 33.000 localidades. Hay también autobuses gratuitos para llegar al campo. Se pueden coger en Callaghan Square y en Westgate Street. Pero eso será mañana. Hoy toca pasarlo bien en la ciudad. Habrá actividades para disfrute de los aficionados por todo el centro de la capital. Y en «The Hayes» se ofrecerá comida típica española.

Los galeses van descaradamente con el Real Madrid porque el tirón de Bale es impresionante. Hay fotos de Gareth en edificios y sedes de empresas, con imágenes suyas de hace años. Es suyo. Es su ídolo. Su estandarte. Su bandera universal del fútbol. En este pequeño recodo de Gran Bretaña, el futbolista que vivió en la calle Velindre 48 es su enseña.

Sevillanas, palmas y comida española en el corazón de Gales

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