COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL
Dos tontos muy tontos
Una genialidad, esta de utilizar «fachosfera» a todas horas, como la del niño pequeño que aprende una palabrota y la repite para llamar la atención
TENEMOS que admitir que el género tonto es el más cotizado en los últimos tiempos, y no lo digo como algo peyorativo, no vaya a malinterpretarme. Tonto es el que hace tonterías, ya lo dijo la madre de Forrest Gump; y no solo es tonto ... es que las hace, sino el que las dice, en eso estará de acuerdo conmigo, e incluso el que las ve, como dejara escrito Rafael Alberti –por si la madre de Forrest Gump no le parece un referente de calidad– en el más surrealista de sus libros 'Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos'. El género tonto es universal y, por tanto, escapa de las etiquetas gramaticales y legales para las que fueron diseñados el «los, las, les» y, por tanto, se manifiesta tanto en las circunstancias más inesperadas, como en las menos previsibles.
La política actual tiene un denominador común y es, precisamente, el género. El género tonto, para ser exactos. Porque si no, no se explica que todo un presidente de un Gobierno, supuestamente progresista, animalista, feminista, ecologista, inclusivo, diverso y todo lo demás, diga las tonterías que dice y que nadie le ponga la cara colorada o lo mande directamente a su casa. Que alguien le debió decir que lo de decir «fachosfera» era un pelotazo –sobre todo si lo decía con una sonrisa y ladeando un poco la cabeza– y él se lo creyó, sin saber que el término, acuñado por el analista de medios Daniel Schneidermann, para aglutinar las sensibilidades ultraderechistas del país vecino, lleva ya catorce años dando vueltas por el diccionario y por medio mundo.
Una genialidad, la de Pedro Sánchez esta de utilizar «fachosfera» a todas horas, como la del niño pequeño que aprende una palabrota y la repite, incansable, para llamar la atención en cualquier sitio y delante de cualquiera. Así vamos, la prensa es fachosfera, la oposición es fachosfera, las comunidades autónomas son fachoschera, usted es fachosfera… nada del otro mundo, si lo dijera mi cuñado Manolo, pero una auténtica barbaridad si lo dice un presidente del Gobierno. Al menos, así lo entendíamos cuando Trump fruncía el morro y decía aquello de «fake news», y todos nos llevábamos las manos a la cabeza porque se estaba cuestionando la libertad de expresión.
A Pedro Sánchez le preguntaron qué le parecía la canción que nos va a representar en Eurovisión, y aprovechó para soltarlo: «A la fachosfera le hubiera gustado más el Cara al Sol en Eurovisión pero a mí me gusta más esto», entendiendo por «esto» un tema que no pone de acuerdo a nadie, ni a feministas ni a músicos, pero que para el presidente es «justo y divertido» porque a él le mola mucho. Pues qué guay, presidente, ya con eso tenemos medio camino andado.
En este país pasan cosas mientras Pedro Sánchez dice sus tonterías. Usted las ve igual que yo, pero no hacemos nada, y terminaremos diciendo como el poeta de El Puerto, lo que estamos viendo «me ha hecho dos tontos». Dos tontos muy tontos.
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