Última oportunidad para evitar las pérdidas con la nueva PAC

La propuesta que ha elaborado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para aplicar la nueva política comunitaria a nuestro país presenta, entre otros rasgos cuestionables, una importante carencia: no está avalada por informes técnicos que sirvan de fundamento objetivo a los grandes cambios que se pretende llevar a cabo para el nuevo período. Modificaciones que, según las estimaciones que hemos realizado desde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, podrían provocar importantes pérdidas para el sector en Andalucía. La reducción de las subvenciones se cebaría especialmente con sectores como el olivar, con territorios como las campiñas y con sistemas productivos como el regadío, que tienen un gran peso en el contexto social y económico de esta comunidad autónoma. Todo ello sin llegar a un consenso, en concreto con Andalucía que representa un 33% de los perceptores de ayudas directas de la PAC.

Sin embargo, aún nos queda una última oportunidad para evitarlo. Existen diseños alternativos, plenamente compatibles con la normativa comunitaria y con las recomendaciones de la Comisión Europea que supondrían grandes mejoras para los agricultores y ganaderos andaluces en comparación con la actual redacción del plan estratégico. Entramos ahora en la última fase del diseño del plan estratégico español, que debe quedar cerrado el próximo mes de julio, y desde Andalucía seguimos preocupados porque algunos elementos importantes del documento del Ministerio no se adaptan a nuestra realidad agraria.

El Gobierno andaluz, los representantes de las Organizaciones Profesionales Agrarias (Asaja, COAG y UPA) y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía hemos unido nuestras voces durante estos años de negociación de la nueva PAC con el objetivo de intentar tener la mejor respuesta por parte del Estado y asegurar, como persigue precisamente esta política europea, que se garantice una renta agraria viable y la resiliencia de este sector. Sin embargo, han obviado reiteradamente nuestras propuestas documentadas y nuestras justas peticiones.

Frente a la actitud del Ejecutivo central, que presentó una única opción que, además, no iba acompañada de ningún estudio del impacto a nivel económico y social en los territorios; en la Consejería de Agricultura hemos analizado cómo afectarán las novedades de la PAC al nuestro campo para poder conocer mejor la situación real que traerá consigo el nuevo marco.

Desgraciadamente, las conclusiones de estos informes no son halagüeñas: los herbáceos de secano de la Campiña de Sevilla y los de regadío de Antequera, o los cultivos permanentes de La Loma, por poner algunos ejemplos de zonas con elevada importancia agraria de Andalucía, sufrirían importantes pérdidas que incluso podrían afectar a la continuidad de las explotaciones.

La agricultura y la ganadería son piezas claves del desarrollo de Andalucía y necesitan que España tenga en cuenta su diversidad en algo tan trascendental como sentar las bases de la PAC de los próximos años.

Recientemente, el Ministerio anunció modificaciones en las ayudas asociadas a las oleaginosas y al olivar, así que no perdemos la esperanza de que, aunque sea en el último minuto, el Estado escuche la voz del pueblo andaluz, que vive del campo y que necesita sentir el respaldo del Gobierno central igual que ha sentido estos últimos años la cercanía de la Junta.

(*) Vicente Pérez es secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible