Suscríbete a
ABC Premium

LA TRIBU

La escena

El gran escenario no acaba de ver cómo desaparece un vestuario cuando ya ve que la ciudad está echándose otro por los hombros

Sevilla es un escenario durante el mes de abril J. M. SERRANO
Antonio García Barbeito

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Más que el nombre de un mes, a la ciudad le cuadra más el imperativo que parece pronunciar cuando se trata de lo que se trata: «¡Abrid!» Porque en muchas cosas es el mes de abrir, aunque las tempraneras manos de marzo le abrieran la ... cremallera de la luz todavía sin hacer y esa osadía le haya costado un diluvio de chaparrones. Aquí, abril es abrir, y es abrid, infinitivo que se hace imperativo cuando se precisa. Pero hace falta que la ciudad esté, porque si no es así, sonará en el aire la voz endecasílaba del de Moguer: «Abril, sin tu asistencia clara, fuera / invierno de caídos esplendores…» El de Moguer parecía nombrarte en cada vez de la belleza. Dice en el mismo soneto: «Eres la primavera verdadera; / rosa de los caminos interiores, / brisa de los secretos corredores, / lumbre de la recóndita ladera…»

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia