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CARDO MÁXIMO

Beso de buganvilla

La primavera se ha demorado tanto que a la tapia de San Telmo no se han asomado todavía las flores restallantes

La buganvilla es un símbolo de la primavera sevillana RAÚL DOBLADO
Javier Rubio

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Una dalia cuidaba Sevilla en el parque de los Montpensier, pero de la Reina Mercedes del romance hace mucho que nadie se acuerda para nada, el parque se lleva más tiempo cerrado que abierto por temor a que se caigan los árboles y las flores, ... incluidas las dalias, se han retrasado este año con un invierno tan crudo como pluvioso. El árbol de Judas, al que también —no se sabe por qué— llaman del amor, floreció hace menos de quince días con su miriada de florecitas moradas y el azahar rompió tan a destiempo como los vendavales que se lo han llevado para alfombrar el suelo de la ciudad. Y de los paraísos no ha llegado a nuestras manos ese maná blanquísimo que se posa apelotonado en sus ramas. Por una vez, la primavera se ha demorado.

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