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COMENTARIOS REALES

El acaso y el acoso

Las socialistas que gritaban en los ochentas «¡Felipe, capullo; quiero un hijo tuyo!», ¿eran finas y sofisticadas?

Fernando Iwasaki

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Cuando el poeta Antonio Machado pasó por Alicún de Ortega (Granada), contempló a una muchacha cuyas hechuras le inspiraron los siguientes versos: «Tíscar tiene un ermitaño, / Belerda, más de un pastor, / Alicún, lindas caderas / y una fuente que brilla al sol». ¿Era un guarro Antonio ... Machado? ¿Le faltó el respeto a las alicunenses por cosificarlas como caderas? Desde mi punto de vista no, pero para el Instituto Andaluz de la Mujer y el Instituto Andaluz de la Juventud, Antonio Machado habría sido un animal, porque agredió verbalmente a muchas mujeres en general y a las de Alicún de Ortega en particular.

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