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Creo en la Esperanza

Por eso llegó la Virgen con el poema amargo de Font de Anta y se fue con los campanilleros y con la nana de su madre Santa Ana

Javier Macías

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Las lágrimas irrefrenables cayendo por las mejillas de Rogelio Trifón mientras portaba las andas de su Esperanza eran las de todos los sanitarios subidos a las escaleras de las salidas de emergencia del hospital. Porque la misión de esta Virgen no sólo estuvo en el ... lugar más olvidado, donde supuran las llagas más profundas de la sociedad, por donde se desangra la ciudad en su indiferencia. La encomienda también estuvo en el Infantil, probablemente el espacio más gélido de Sevilla. Allí donde reina la desesperanza, aquel sitio donde se desintegra la fe entre quienes tienen a un hijo conectado a una máquina de quimioterapia. Por eso llegó la Virgen con el poema amargo de Font de Anta y se fue con los campanilleros y con la nana de su madre Santa Ana.

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