PÁSALO
El momento justo
España es un chiste de Jaimito. Mejor expresado: un chiste de Pedrito
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónSegún nos aconsejan las certezas y las intuiciones, vivimos el momento justo, trigonométricamente exacto, para irnos a la ventanilla del ramo y darnos de baja como españoles. No podemos con esta España de opereta, falsa como un crecepelo y cada vez más ajaimitada en sus ... formas, hasta el punto de que hoy nuestra nación no es menos irrisoria que un chiste de Jaimito. O de Pedrito. Somos un chiste grotesco. Contado y elaborado por la máquina de la estupidez y la simulación, más activa que la del fango, aunque sus manifestaciones no parezcan tan estridentes. Sigo empeñado en que este país vive en una permanente anomalía política y social que supera cualquier tipo de debate político, tan natural y obligado en una democracia de corte occidental. Este mar, como cantaría Fito Cabrales, cada vez tiene más barcos hundidos. Y antes de que el naufragio me lleve por delante se me ocurre lo de la ventanilla y darme de baja como lo que soy, siento y padezco. Porque la España de estos años no se parece en nada a la que firmó un pase de la dictadura a la democracia que fue vista como ejemplar y modélica lejos de nuestro terruño, apuntándose a la noble tarea de enterrar odios y rencores.
Le imputan a los Dumas, al padre o al hijo, según quién, la famosa frase de que África comienza en los Pirineos. Ambos escritores lo desmintieron, pero la frase quedó acuñada para describir lo más negativo que los hispanos somos capaces de dar a luz en el paritorio de nuestra demencia política y social. Es posible que muchos de los que años atrás nos encumbraron como una nación que se empeñó en arrojar luz sobre sus zonas más oscuras defendiendo sus nuevos ideales frente a la izquierda más sangrienta que alimentó ETA, desde el pasado jueves hayan cambiado de opinión. Y donde veían un canto a la libertad hoy entiendan que España es un circo que solo da para acordarse de los payasos de la tele. Un payaso de la tele, retransmitido en directo por TVE, interpretado por Puigdemont, ese José Martí de maletero. ¿Cuándo y cómo se le permite a un golpista, prófugo de la Justicia, señalado por el Supremo, dar un mitin con el beneplácito del alcalde socialista de Barcelona, sin que ninguno de los ochocientos mossos de escuadra, los drones y el helicóptero lo detengan? ¿Quiénes acordaron no tocarlo? De chiste…
La charada fue africana. Indecente para un país donde la sombra del complot y la componenda en este asunto la descartan solo los simuladamente tímidos. Los mismos que nos toman por tontos o fachas, claro. Yo no sé si África empieza en los Pirineos. Pero sí sé que cerca, muy cerca de los Pirineos, el jueves se escribió, bajo la atenta mirada de Sánchez, una de nuestras actuaciones circenses más vergonzantes…
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete