TRAMPANTOJOS
Kafka en la Feria
Todo parece predispuesto para un argumento kafkiano, aunque tenga lugar en el saloncito castizo de una caseta
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Iniciar sesiónEste 2024 celebramos el centenario de Franz Kafka y se nos ha vuelto el mundo complejo e inquietante como la esquina de un mal sueño. Aquí, en la Sevilla que se prepara para la Feria de Abril, el sol quiere deshacer la niebla viscosa que ... envuelve los relatos kafkianos. Pero en esta ciudad, más que en ninguna otra, se dan cita lo absurdo y misterioso, lo cómico y lo grotesco, como en toda página escrita por Kafka.
Celebramos al autor checo y todo indica que en esta Feria tendremos algunos guiños kafkianos. Ahí está ese proceso judicial en el que están envueltos los propietarios de algunas casetas. Líos de notificaciones, resoluciones judiciales, apelaciones a la justicia, notarios, documentos legales. Todo parece predispuesto para un argumento de Kafka, aunque tenga lugar en el saloncito castizo de una caseta. No hay pasillos eternos ni escaleras sombrías como en las atmósferas kafkianas sino una luz de farolillos, encajes colocados con gracia y donaire y paredes de cartón piedra. Un escenario de apariencia feliz y luminosa que hace todo más intrigante.
Y lo cierto es que desde hace años la falta de espacio en el Real de la Feria mantiene en una pesadilla kafkiana a los que están en la bolsa de espera para adjudicarse una caseta. Saben bien lo que es internarse en los laberintos burocráticos de Joseph K., el protagonista de 'El proceso'. También conocen la angustia porque son tantos los años de espera para tener una caseta que muchos desconocen si podrán disfrutarla.
Otra pesadilla kafkiana es la que ha vivido el PSOE de Sevilla por un despiste informático en la tramitación de la caseta. Ay, la maquinaria burocrática que también ahogó a Joseph K. y a los socialistas despistados. Pero ahí están, inmersos en una nada, en un limbo, sin destino cierto para cuando vengan a la Feria el presidente, los ministros y toda su corte. Si es que vienen, porque aquí les espera una niebla de relato de Kafka con un final sin certezas.
Por tener, la Feria de este año tiene hasta un 'artista del hambre' evocando el título de otro famoso relato de Kafka. Hay un okupa de casetas deambulando por el recinto, un hombre que es expulsado de esa ciudad efímera pero que siempre vuelve para habitar bajo lonas y escenarios fingidos. En el relato de Kakfa el protagonista es un artista del circo -como el que tienen todas las Ferias- que ayuna dentro de una jaula. Es uno de esos ayunadores o esqueletos vivientes que se mostraban en los barracones de feria como un espectáculo más junto a las fieras, los acróbatas o la mujer barbuda.
Y cómo no recordar la gran novela de Kafka, 'La metamorfosis'. En toda epopeya feriante siempre asoma en algún momento la pesadilla de Gregorio Samsa. Todos podemos ser algo parecido a ese gigantesco insecto después de una noche de manzanilla y baile, de esperas eternas en las colas del bus o los taxis, perdidos en el laberinto del caserío de papel o locos entre la estridencia de la calle del Infierno. «Una mañana, después de un sueño intranquilo…».
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