LA MADEJA
Sólo queda una semana
La campaña electoral se está haciendo larguísima en Sevilla y las encuestas no arrojan todavía ninguna tendencia clara a romper el empate. Mañana ABC publica la última de GAD3
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl poeta Joaquín Caro Romero definió en su célebre pregón de la Semana Santa la relatividad del tiempo en Sevilla. En su poema dedicado a la Esperanza de Triana dijo aquello de que «la vida es una semana». Y ahora ese verso reverbera en los ... callejones de la ciudad con desesperación. Falta una semana exacta para las elecciones. Es decir, falta una vida entera. Mañana ABC publicará la última encuesta de estimación de voto, realizada por GAD3 con llamadas telefónicas hasta este mismo viernes, con la intención de arrojar un poco más de luz al empate que hasta ahora registran todos los sondeos. El de Dataestudios que publicamos el pasado miércoles incidía en esta igualdad, aunque se inclinaba por darle una ligera ventaja al PP de José Luis Sanz, que gobernaría con Vox. Pero ante un escenario tan ajustado es un riesgo pronosticar resultados contundentes. El PSOE de Antonio Muñoz llega a la recta final con las esperanzas intactas a pesar de que el sanchismo resta actualmente y el juanmismo suma. La resistencia del alcalde es digna de estudio en este contexto. Si en pleno desastre de su partido Muñoz es capaz de mantener los resultados que sacó su antecesor, Juan Espadas, cuando las cosas le iban bien al PSOE, ¿qué habría podido hacer en una situación más favorable? De Espadas se dijo que había conseguido votos de la derecha. Ahora, en cambio, el PP está rehecho y no va a prestar una sola papeleta. Y Antonio Muñoz conserva los mismos 13 concejales de este mandato. Tiene mucho mérito, sin duda, su capacidad para aguantar el tirón. Es más, si los sondeos se confirman, Muñoz demostrará que es uno de los grandes valores del PSOE en la actualidad, incluso si no puede gobernar. Porque en política las cosas no se miden sólo con números, sino con expectativas.
Paradójicamente, también sale fortalecido José Luis Sanz aunque no logre ser alcalde. El PP pasa de 8 a 13 concejales en las encuestas, lo que quiere decir que el candidato popular ha vuelto a implicar a sus votantes en el proyecto. Sanz maneja números que hasta ahora sólo han sido superados en su partido por Juan Ignacio Zoido. Ha recuperado el estatus natural del PP en Sevilla después de un bache que, además, ha provocado una revolución interna de la que su formación tardará en recuperarse. Los resultados en la capital andaluza están directamente relacionados con la crisis popular, ahora pacificada por Juanma Moreno, que se encargó personalmente de organizar la salida de Virginia Pérez. Lo cierto es que Sanz era el candidato de la anterior dirección del partido, pero Moreno ha apostado por él para serenar las guerras intestinas. La duda es si José Luis Sanz está aprovechando la ola popular o la está frenando. En el resto de capitales de provincia, las expectativas del PP son muy altas: varias mayorías absolutas, gobiernos asegurados con Vox y, en el peor de los casos, victorias claras que no servirán para gobernar. Sin embargo, en Sevilla está todo en el aire a siete días de que abran los colegios electorales. ¿Se debe a que Muñoz está resistiendo bien o a que el PP no está terminando de apostar?
En los próximos días nos va a atiborrar a promesas que luego no cumplirán y los candidatos quemarán las máquinas para tratar de sacar tajada en las urnas. Lo de siempre. Pero en Sevilla la tensión va a crecer, veremos al candidato del PSOE hablar desaforadamente del teleférico de Tomares y al del PP de lo sucia que está la ciudad. Y luego nada. En cuanto pase esta semana bajará la tensión, las promesas serán matizadas y los contendientes abandonarán la agresividad. Pero hasta entonces aún nos queda una vida por delante. Dios quiera que el próximo domingo por la noche los resultados estén claros, no como en las encuestas, y por lo menos nos ahorremos el espectáculo de los pactos cruzados. Sobre todo porque en Sevilla no estamos para más palabrería. Quien quiera que sea el alcalde tiene que limpiar, poner sombra, reclamar las infraestructuras históricas, arreglar las calles, podar mejor, encargarse de que los autobuses de Tussam sean puntuales, ordenar el turismo, captar inversiones, construir viviendas asequibles, incrementar el padrón... En fin, sólo queda una semana para regresar a nuestros problemas reales.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete