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EN OBSERVACIÓN

Te lo juro por Hamás

La secta de progreso exige ya el certificado de idoneidad antisemita

Postal 4: la turismofilia

Postal 3: la playa

Jesús Lillo

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Aquella crisis constituyente que el entonces ministro Campo anunció en las Cortes antes de ponerse a ejecutarla desde el TC no comenzó en 2005, cuando de forma solemne la pregonó desde el banco azul, sino en el momento, ya lejano, en que a los diputados ... les dio por tomar posesión de sus actas a través de las más exóticas fórmulas de acatamiento constitucional, señal de que el régimen del 78 les resultaba extraño e incómodo, empezando por una Carta Magna que por edad ni siquiera habían tenido ocasión de votar y que no les valía. Como 'work in progress' progresista, valga la redundancia, nuestra Constitución no pasa hoy de ser un panfleto de artículo único y variable, según sople el viento que mueve las hojas volanderas que certifican el dinamismo social y documentan la inquietud de una mayoría –«Somos más», dijo aquel– en la que se integran solo quienes prometen lo que a los inspectores sanitarios de la pureza de sangre les sale de un día para otro de sus santos cojones. Ahora toca jurar contra Israel, en arameo.

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