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Sorman

Los GAFA contra la democracia

«¿Justifican las ventajas sociales que nos proporcionan los GAFA #en nuestra vida diaria los beneficios de estas empresas? Es imposible de calcular, pero el abuso del monopolio es inaceptable»

Carbajo
Guy Sorman

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Desde la creación novelesca del doctor Frankenstein de Mary Shelley, hace dos siglos, sabemos que la innovación técnica es ambigua. Un ejemplo repetido: el dominio de la energía nuclear nos permite calentarnos a bajo coste o destruir una nación, a elegir. Este dilema vuelve a ... surgir, de momento de manera mucho menos dramática, con la globalización de los GAFA: Google, Amazon, Facebook, Apple. Estas cuatro empresas estadounidenses dominan el mercado mundial del uso de la red para la investigación, el intercambio, el comercio, el entretenimiento y la información. Dependiendo del país y, más aún, de la generación, los GAFA invaden la mayoría de nuestras aficiones y modelan muchos de nuestros comportamientos. A nuestros cinco sentidos se añaden los GAFA, como un sentido o un miembro adicional. O un cerebro de repuesto. Este no era, en un principio, el plan de internet y la web. Se suponía que, como se escribía ingenuamente, yo incluido, en la década de 1990, servirían para liberar a los individuos, universalizar el conocimiento, eliminar fronteras y derrocar despotismos, tanto los de las ideologías, como los de los Estados. Una utopía perfecta. Pero no tenía en cuenta la naturaleza humana y la dudosa eficiencia del capitalismo estadounidense. En fin, algunos de los beneficios de los GAFA son innegables: disponer de una enciclopedia inmediata, comunicarse con un amigo olvidado de la infancia, escuchar la última canción de moda, movilizarse al instante por causas buenas y malas. Pero los GAFA han impuesto también una nueva civilización de masas y unas abrumadoras normas de comportamiento social, algo que no se previó al principio. No estar conectado es pasar por un personaje prehistórico, un ser asocial, rechazado por la comunidad de internautas. Ignorar el inglés básico de los GAFA y los emoticonos (al diablo los idiomas nacionales) es también un motivo de marginación social. En la era de los GAFA, se terminó la meditación personal, que ha sido sustituida por pasiones colectivas. Conocemos las consecuencias políticas: el impacto del populismo es uno de los productos más consistentes de los GAFA. Es sabido que la información, antes más o menos verificada por periodistas profesionales, ha sido sustituida por el sensacionalismo, los rumores y las teorías de conspiración. Por último, y sobre todo, adiós a nuestras vidas privadas: los GAFA actúan como aspiradores gigantes que recopilan todos nuestros datos personales y los revenden a los anunciantes y manipuladores de opinión.

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