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El partido por el planeta exige jugadores multidisciplinares

Óscar Martín es consejero delegado de Ecoembes. Apasionado del rugby, cree que los gobiernos han de ser los forwards que abran el camino hacia la sostenibilidad

Óscar Martín lleva más de 20 años en el sector del reciclaje en España ABC

Charo Barroso

Licenciado en Ciencias Biológicas e ingeniero de Montes, ha completado su formación con importantes másteres aunando siempre naturaleza, gestión y tecnología. Su profundo conocimiento, unido a más de veinte años en Ecoembes , le hacen poseedor de una de las visiones más completas de la gestión de residuos en España .

¿Cuáles son las grandes palancas de futuro para el desarrollo sostenible?

La educación es la palanca de cambio más poderosa. En Ecoembes creemos firmemente en ello y con esa filosofía nace Naturaliza, un novedoso proyecto de educación que hemos creado escuchando a expertos del mundo educativo y que da respuesta a una necesidad de primer orden: actuar contra la crisis climática. Lo hace desde las bases, construyendo una conciencia ambiental y un pensamiento crítico en los niños y niñas. Junto a la educación , la innovación nos está permitiendo desarrollar nuevas soluciones a la altura de las demandas sociales y del desafío que tenemos sobre la mesa. Eso es lo que pretendemos en TheCircularLab, nuestro centro de innovación en economía circular.

¿Se siente 2030?

Todos debemos sentirnos y, sobre todo, ser 2030. Y, por supuesto, todos los que formamos parte de Ecoembes tenemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible como una guía para no salirnos del camino hacia el desarrollo sostenible. Contribuimos de forma directa al ODS 17, que habla de la importancia de las alianzas. En la colaboración se asienta nuestra actividad y nuestra razón de ser: el reciclaje de envases domésticos, que repercute además en el ODS 12 (producción y consumo sostenible) y el 13 (acción por el clima). Pero, además, intentamos contribuir a la consecución de otros Objetivos a través de proyectos como Naturaliza -que reporta al ODS 4, «Educación de calidad»-; TheCircularLab (ODS 9, «Industria, innovación e infraestructura»); Upcycling the Oceans (ODS 14, «Vida submarina»), y Libera (ODS 15, «Vida de ecosistemas»). La pregunta aquí también es si la ciudadanía en general o las empresas de verdad se sienten 2030, y me temo que la respuesta es que no. Aún falta que la idea de transversalizar la sostenibilidad en nuestros gobiernos cale. Y no desde la teoría: necesitamos un liderazgo práctico.

¿Cómo influyen los ODS en la futura gestión de los residuos?

La Agenda 2030 establece nuevas formas de hacer las cosas, son una guía para cualquier actividad económica y para cada uno de nosotros como ciudadanos. La gestión de residuos -o, mejor dicho, la correcta gestión de residuos-, por su directa contribución al cuidado del medioambiente, no solo no es ajena a los ODS sino que debe ser uno de sus mayores contribuyentes. Los ODS ponen coto a la sociedad del usar y tirar, del desarrollo basado en el consumismo y la explotación de recursos. La Agenda 2030 ha venido para quedarse y sus objetivos no pueden ser ignorados.

¿Pasaremos de ser una sociedad del reciclado a una sociedad del residuo cero?

En España ya son 37 millones los ciudadanos que afirman separar sus envases a diario para que puedan ser reciclados. Esta es una gran noticia. Se están dando pasos por parte de las administraciones como de las empresas, pero todavía nos falta un largo camino para convertirnos en esa sociedad 100% responsable.

¿Futuro sin envases o envases de futuro?

Diría más bien un futuro sin despilfarro. El problema de los envases no es que sean de plástico, sino que en la sociedad del derroche en la que vivimos hemos abusado del «usar y tirar» o no se ha tenido en cuenta el ecodiseño en su aplicabilidad. Debemos trabajar para que los envases sean lo más sostenibles posible. No se trata solo de pensar en envases del futuro o en un futuro sin envases , sino en acciones del presente. Hay que empezar a ofrecer soluciones desde ya. El año pasado presentamos un envase biobasado, biodegradable, compostable y reciclable que, aunque está en fase de desarrollo, es un ejemplo de envase del mañana, pero desde hoy.

¿El sector privado está más implicado que el público en llegar a un 2030 con la tarea hecha?

El compromiso debe ser pleno en ambos sectores. Lo que falta es pasar a la acción, a los hechos. En este sentido, un sector muy comprometido del ámbito empresarial está tomando la delantera a muchos gobiernos. Ejemplo de ello es que desde las empresas que conformamos el Grupo Español de Crecimiento Verde, del que formo parte de su Junta Directiva, hemos firmado un Manifiesto en el que nos comprometemos a difundir y contribuir de forma real a la consecución de los ODS. En el ámbito político, la situación de incertidumbre actual no ayuda para la puesta en marcha de políticas activas en este terreno. Pero el anuncio en la Cumbre de Nueva York de la contribución de 150 millones que nuestro país hará al Fondo Verde del Clima en los próximos cinco años es un paso esperanzador.

Usted es un apasionado del rugby... ¿El mejor ensayo que puede marcar España?

Sin duda, el rugby es una escuela de valores: respeto, trabajo en equipo, compromiso, perseverancia… valores compartidos con el medioambiente que debemos tener presentes. Por eso, el mejor ensayo que podemos marcar es apostar por un compromiso firme con la educación ambiental. Si queremos una sociedad 100% recicladora, responsable y libre de basuraleza , debemos educar en el respeto al medioambiente, contribuyendo a un activismo realista y participativo basado en el conocimiento.

¿Lograremos la conversión o habrá golpe de castigo?

Estoy convencido de que lo lograremos, pero tendremos que esforzarnos. Ya vemos grandes gestos que nos animan a ello, como son los movimientos estudiantiles por el clima, los cambios anunciados por grandes corporaciones mundiales o la celebración de Cumbres del Clima como la del pasado mes en Nueva York. En esa Cumbre los jóvenes marcaron un «golpe de castigo» a todos aquellos que no forman parte de un movimiento ciudadano que quiere salvar el planeta.

En el partido por el planeta ¿Quiénes han de ser forwards?

Diría que la primera línea, los forwards, tienen que ser los gobiernos, los cuales deben establecer y abrir un camino imparable y firme hacia la sostenibilidad. Pero en este partido todos -y por todos incluyo no solo a ciudadanos, también a empresas y a administraciones- tenemos que ser jugadores multidisciplinares y saber jugar en todas las posiciones: debemos actuar y, a la vez, servir de ejemplo. Si, además, lo hacemos desde la unidad y el trabajo en equipo tendremos gran parte del partido ganado, un partido en el que nos jugamos, nada más y nada menos, que la conservación del planeta .

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