Un atleta de 78 años: «Si me quitan de correr, entonces sí me da algo»

Casado, con dos hijas, cuatro nietos y un bisnieto, Manuel Alonso Domingo es el madrileño que según va cumpliendo años va batiendo el récord de marca en España según la categoría en la que corra. Es el atleta veterano del país con más triunfos. Sus últimas medallas como Campeón del Mundo (una de oro y dos de bronce, en la imagen de la derecha) las ha conseguido este año en el Campeonato Máster de Pista Cubierta en Budapest.

Nos recibe preparado en el barrio de la Estrella, donde reside, para que le veamos entrenar en el CAR. Su rostro no luce las arrugas que le corresponderían. ¿En serio tiene 78 años? «No miento», dice «Mi alimentación, nada de comida basura»con una sonrisa y enseña su documento nacional de identidad. Nació cuatro meses antes de que estallara la Guerra Civil , el 21 de marzo de 1936. Asegura que no ha hecho ningún pacto con el diablo. Su secreto es el deporte y una dieta equilibrada: «Hace falta fuerza de voluntad, claro está. Mi alimentación se basa en comer poco embutido, tomar dos o tres veces legumbres a la semana, un kiwi cada mañana con tostadas, nada de comida basura y cenar mucha fruta y un yogur».

A Manuel, electricista de profesión hasta los 68 años, le gusta estar activo. Comenzó a hacer deporte con 11 años. Desde entonces siempre ha estado enganchado a una raqueta, a un balón o las máquinas del gimnasio. El gusanillo por el atletismo le llegó a los 40 años. «Un día me dije: tengo que hacer el maratón». Y hasta hoy ya ha sido 42 veces campeón de España en atletismo. Atesora dos medallas de oro como campeón del mundo. Otra del mismo metal como campeón de Europa. 23 maratones a sus espaldas, la mayoría en Madrid, consiguiendo su mejor marca en una de ellas a los 57 años con dos horas y 48 minutos. Es un admirable portento.

«Si me quitan de correr, entonces sí que me da algo. Me da vida. Los jóvenes me dicen que de mayor quieren ser como yo y los de mi edad, que estoy loco», relata mientras se quita el chándal para correr por la calle cuatro. «Cuando hablo con los más mayores siento que estoy desfasado. Solo hablan de que toman pastillas ¡y yo no tomo ninguna! Si hicieran deporte, alguna se quitarían», añade.

Manuel narra con emoción lo que siente antes de salir a una competición: «Siempre pienso en los gladiadores que salían al circo romano. Asimilas que ganas cuando pasa un rato. El momento más especial es cuando tocan el himno español en otra parte del mundo y eres tú el que lo hace sonar».