Starmer cancela el plan Ruanda en su primer día como primer ministro de Reino Unido
El gabinete aboga por «mantener unas fronteras seguras»
Starmer basa su mandato en la moderación: «El país primero, el partido después»
Una de las promesas de campaña de Keir Starmer fue que, en caso de que su partido ganara las elecciones, el «primer día» como primer ministro cancelaría el plan de los conservadores de enviar a Ruanda a los solicitantes de asilo. Tras entrar como ... el nuevo inquilino de Downing Street el viernes, el premier cumplió su palabra y canceló de inmediato la medida, que fue propuesta por Boris Johnson en el 2022, y que continuó bajo los mandatos de Liz Truss y de Rishi Sunak.
Hasta el momento, los tories habían invertido 320 millones de libras (unos 377 millones de euros) en un plan cuyo objetivo era, según sus defensores, conseguir que menos personas se hicieran a la mar para cruzar hasta las costas británicas a través del Canal de la Mancha. Sin embargo, el acuerdo con el país africano incluía una cláusula de ruptura, que estipulaba que Reino Unido tendría que pagar por la estancia de cualquier persona que ya hubiera sido deportada. Este no es el caso, ya que los vuelos de deportación nunca llegaron a despegar, tras las batallas que enfrentó la medida en los tribunales, y sólo dos personas, según datos oficiales, fueron reubicadas tras participar en un plan voluntario en el que se les ofreció un incentivo de tres mil libras si aceptaban trasladarse.
«El plan de Ruanda estaba muerto y enterrado antes de comenzar», explicó Starmer durante su primera rueda de prensa como premier este sábado, y añadió que «nunca fue un disuasivo» para quienes están decididos a llegar al Reino Unido. Fuentes laboristas citadas por el diario 'The Telegraph' indicaron que la inmigración ilegal será una de las prioridades clave del nuevo gobierno, sobre todo en las próximas semanas, cuando se espera, como suele suceder en verano, que se produzca un pico de cruces a través del Canal en pequeñas embarcaciones. Una de estas fuentes declaró que «si Rishi Sunak hubiera pensado que (el plan de) Ruanda funcionaría, no habría convocado elecciones. Fue una estafa. Al convocar elecciones, Sunak estaba reconociendo ese hecho».
El mismo diario informó que algunos inmigrantes con los que hablaron en el campamento de Grand-Synthe, cerca de Dunkerque, se alegraron al enterarse de que Sunak ya no sería primer ministro. «No vivimos más con el temor de que nos envíen a Ruanda. He visto un par de documentales, y Ruanda no es el mejor lugar», dijo Amir, de 23 años y proveniente del Kurdistán. En lo que va de año, 12.901 personas han llegado al Reino Unido, un aumento del 17% respecto al año pasado y un 8% más que el récord anterior en 2022.
La nueva ministra del Interior Yvette Cooper, aseguró que uno de los primeros deberes del ejecutivo laborista es «mantener nuestras fronteras seguras» y que una de sus prioridades será la creación de un nuevo Comando de Seguridad Fronteriza, aunque no ofreció detalles de que en qué consistirá.
Este sábado en la rueda de prensa, que se celebró después de la reunión con su gabinete en horas de la mañana, el premier aseguró que es momento de «tomar decisiones difíciles» para mejorar el país, pero advirtió que «no podemos arreglarlo todo de la noche a la mañana».
En las filas conservadores, mientras tanto, Rishi Sunak, que salvó su escaño, dijo que continuará como líder de la formación mientras se establecen las pautas para seleccionar a su sucesor, un tiempo que según fuentes citadas por la BBC podría extenderse hasta un par de meses, aunque el calendario está pendiente de fijar. Aunque suenan algunos nombres para sustituirlo, ninguno ha confirmado su candidatura como un eventual reemplazo, y de hecho el ex ministro de Economía, Jeremy Hunt, se apresuró a confirmar que no está en sus planes postularse otra vez, tras haber perdido en dos ocasiones. «Ese tiempo ya pasó», declaró a GB News. Entre quienes se especula que se postularán está Suella Braverman, polémica ex ministra del Interior, que este sábado avanzó que en su partido, que «sufrió un muy mal resultado», «tenemos que tomarnos nuestro tiempo, tenemos que evaluar cuál es la situación».
El veterano diputado Edward Leigh, que ocupa su escaño desde 1983 y que fue reelegido en Gainsborough una vez más, declaró a la BBC que los tories habían sido «completamente destrozados en estas elecciones porque el voto de derecha está dividido» y por ello cree que el partido necesita atraer a los votantes de Reform UK, «de lo contrario, en cinco años, tendremos un desastre similar». ¿Su propuesta? Invitar al líder de Reform UK, Nigel Farage, a unirse al Partido Conservador.
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