Rutte adula a su «querido Donald» para asegurarse el éxito de la cumbre de la OTAN más convulsa: «Lograrás algo que ningún presidente ha hecho en décadas»

La situación ha llegado incluso a hacerse incómoda para muchos dirigentes europeos cuando se ha conocido el mensaje que le había enviado el secretario general, el holandés Mark Rutte, y que era un ejercicio de adulación casi obscena: «Felicitaciones y gracias por su decisiva acción en Irán», escribe Rutte.

«Esta noche está volando hacia otro gran éxito en La Haya», dice el mensaje que el propio Trump replicó en su particular red social. «No fue fácil, pero logramos que todos alcanzaran el 5%. Europa va a pagar a lo grande, como debe ser, ¡y será un éxito suyo!».

Todo el mundo sabe que la principal misión de Rute al frente de la mayor organización militar del mundo es precisamente encargarse de que la actual Administración norteamericana no se desenganche de la relación transatlántica, lo que dejaría en una situación muy comprometida a los europeos, con la guerra de Ucrania en su vecindario más inmediato.

Y también consideraría un fracaso que en su primera cumbre, la que ha organizado precisamente en su ciudad natal, Trump repitiese lo que ya hizo en la reunión del G7 en Canadá y se fuera a media reunión porque no le interesaba lo que se estaba discutiendo.

El embajador norteamericano ante la OTAN, Matthew Whitaker, ha reforzado la política de adulación hacia Trump al hablar de «el mayor salto de la OTAN en décadas» al haber logrado que se aprobase el compromiso del 5% de gasto.

«La paz se forja mediante la unidad, la inversión y el deber compartido», afirma Whitaker en redes sociales pide a los aliados que respondan a preguntas sobre ¿Qué factores están bloqueando una colaboración transatlántica más profunda o «cómo escalamos juntos la producción y el mantenimiento» del material militar, lo que se interpreta como una invitación a dirigir esos pedidos de nuevas armas hacia los mismos productores.