Trump anuncia el final de la guerra: «Es el momento de la paz»

Se trata de un alto el fuego escalonado, que estaba previsto que comenzara seis horas después del anuncio, en la medianoche del lunes al martes en EE.UU. (seis de la mañana del martes en España): en primer lugar, obliga a Irán a cumplir el alto el fuego durante las primeras doce horas; después, Israel tendrá que empezar su alto el fuego durante otras doce horas. Pasadas 24 horas, explicó Trump, «el final oficial de la 'guerra de los 12 días' (como la ha bautizado el propio presidente) será saludado por el mundo».

El presidente de EE.UU. advirtió a ambos países que «durante cada alto el fuego, el otro bando deberá ser pacífico y respetuoso», sin dar detalles sobre si en el primer alto el fuego, que solo afecta a Irán, Israel podrá seguir bombardeando al país rival, como ha hecho desde el pasado 13 de junio.

«Asumiendo que todo vaya como debe, y así será, me gustaría felicitar a ambos países, Israel e Irán, por tener la fortaleza, el coraje y la inteligencia de lo que debería llamarse 'la Guerra de los Doce Días'», dijo sobre el conflicto.

Poco después del anuncio de Trump, un alto cargo del Gobierno de Teherán aseguró a Reuters que la República Islámica había aceptado un alto el fuego con Israel «propuesto por EE.UU. y mediado por Qatar».

Al cierre de esta edición, el Gobierno de Benjamin Netanyahu no había confirmado el acuerdo, aunque se antojaba difícil que Israel dejara descolocado a Trump, su gran apoyo militar y estratégico, y que el sábado dio el paso arriesgado y audaz de bombardear instalaciones nucleares de Irán. Por el momento, el ejército de Israel había comunicado órdenes de evacuación a Teherán, en una señal de que pretendía seguir golpeando posiciones iraníes hasta la entrada en vigor del alto el fuego.

La posibilidad de una desescalada, que acabó por confirmar Trump con el anuncio del alto el fuego, cobró muchos enteros unas horas antes, cuando se comprobó cómo fue la esperada respuesta militar de Irán a la implicación de EE.UU, en la guerra. Trump anunció el fin de las hostilidades después de haber celebrado el ataque iraní a una base militar estadounidense como una victoria. «Enhorabuena, mundo, es el momento de la paz», escribió en su red social, después de comprobar cómo la respuesta iraní a los ataques estadounidenses del pasado contra sus instalaciones nucleares no tenía potencial para desatar una guerra abierta entre Irán y EE.UU.: Irán solo ejecutó una operación que el Pentágono calificó de «simbólica», un lanzamiento telegrafiado de una docena de misiles a la base militar estadounidense de Al Udeid, en Qatar, sin ninguna intención de hacer daño real.

«Irán ha respondido oficialmente a nuestra destrucción de sus instalaciones nucleares con una respuesta muy débil, que esperábamos y que hemos neutralizado de forma muy efectiva», escribió el presidente de EE.UU. Detalló que Irán disparó catorce misiles. De ellos, trece fueron interceptados por las defensas antiaéreas estadounidenses y uno no fue derribado porque iba dirigido a un área sin peligro. «Ningún estadounidense resultó herido y apenas ha habido daños».

Trump trató de retratar una situación en la que todos los actores deben estar satisfechos y no debían apostar por prolongar o agravar la crisis. «Lo que es importante es que ya se lo han sacado de dentro y, ojalá, ya no habrá más odio», dijo en referencia a los iraníes y a la necesidad del Gobierno de Teherán de orquestar una represalia contra EE.UU., aunque fuera de bajo impacto, para demostrar que no se quedarían de brazos cruzados.

«Quiero agradecer a Irán por darnos aviso temprano, lo que hizo posible que no se perdieran vidas y que nadie resultara herido», añadió Trump, en una declaración que apuntaba más a demostrar la debilidad de Teherán que a agradecimiento. Antes del mensaje del presidente de EE.UU., tanto las autoridades de su país como las de Qatar reconocieron que habían recibido aviso de Irán sobre sus planes de ataque.

«Quizá ahora Irán pase a buscar paz y armonía en la región y yo animaré de forma entusiasta a Israel a hacer lo mismo», cerró Trump en su mensaje.

En un mensaje separado, antes de conocerse que Qatar había mediado con Irán para conseguir el alto el fuego, Trump agradeció al emir del país «todo lo que ha hecho por buscar la paz en la región« y se felicitó porque el ataque irní no ha dejado tampoco víctimas cataríes.

A la espera del cumplimiento de unas condiciones de alto el fuego con unos tiempos enrevesados, con la ventana abierta para que una de las dos partes haga saltar por los aires el acuerdo, la resolución de la crisis es una victoria diplomática formidable para Trump.

«Esta es una guerra que podría haber durado años y que podría haber destrozado Oriente Próximo. ¡Pero no lo hizo y no lo hará!», celebró Trump. Si el acuerdo no se rompe, su gestión de la crisis será saludada como una ejecución impecable de la política de «paz a través de la fuerza».

Trump se jugaba mucho capital político en EE.UU. con esta intervención militar, después de haber convencido a sus bases de que con él se acabarían las décadas de 'forever wars', las guerras interminables en las que EE.UU. ha estado involucrado, desde Irak a Afganistán, desde Siria a Ucrania.

La versión de política exterior de la ideología 'America First', 'EE.UU. primero' tiene mucho peso entre sus bases y exige que no dedique ni el dinero de sus impuesto ni la sangre de sus jóvenes a guerras en países extranjeros.

Trump se arriesgaba a desatar una guerra abierta con Irán, con la posibilidad de implicar a otras potencias cercanas a Teherán, pero, a primera vista, ha conseguido grandes objetivos: ha destruido o debilitado con fuerza -queda por ver el daño causado por los ataques estadounidenses- el programa nuclear de Irán -el principal objetivo tanto de Israel como de EE.UU., a la espera de conocerse el alcance de los daños-, ha mantenido el apoyo a Israel, ha beneficiado a sus aliados del Golfo Pérsico que ven en Teherán una amenaza y ha evitado que EE.UU. descienda a otro conflicto de largo recorrido en Oriente Próximo. Al menos, por el momento.

El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ha desmentido a través de la red social X, la existencia de un acuerdo de alto al fuego entre su país e Israel. «Hasta el momento, no hay ningún 'acuerdo' sobre ningún alto el fuego ni cese de operaciones militares. Sin embargo, siempre que el régimen israelí cese su agresión ilegal contra el pueblo iraní a más tardar a las 4:00 a. m., hora de Teherán, no tenemos intención de continuar nuestra respuesta después. La decisión final sobre el cese de nuestras operaciones militares se tomará más tarde», sostuvo.

Sin embargo, minutos después informó que los ataques iraníes para castigar a Israel continuaron hasta las 4.00 horas (3.00 en España). «Junto con todos los iraníes, agradezco a nuestras valientes Fuerzas Armadas que siguen listas para defender a nuestro querido país hasta la última gota de sangre y que respondieron a cualquier ataque del enemigo hasta el último minuto», concluyó.