Robert F. Kennedy Jr. amarga la fiesta demócrata: suspende su campaña y da su apoyo a Trump

RFK Jr. hizo el anuncio desde Phoenix, la principal ciudad de Arizona, uno de los estados clave que decidirán la elección. El candidato explicó que no «eliminaba» su campaña, solo la suspendía con el objetivo de evitar que ganen Harris y los demócratas.

RFK Jr. pidió a sus seguidores que le sigan votando en los estados donde está claro que ganarán Harris o Trump. Pero en los estados bisagra, aquellos donde las fuerzas entre demócratas y republicanos están parejas, les solicitó que den su voto al multimillonario neoyorquino. Se trata de una decena de estados en los que, explicó, ya ha comenzado a retirar su nombre de las papeletas. Estaba previsto que RFK Jr. apareciera ayer por la noche en un mitin de Trump cerca del lugar del anuncio, en Glendale, un suburbio de Phoenix.

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Javier Ansorena | Enviado especial a Chicago

Las aspiraciones presidenciales de Kennedy nunca pasaron de ser una quimera. Su campaña contaba con el reconocimiento del apellido más célebre de la política moderna en EE.UU. -es hijo de Robert F. Kennedy, fiscal general de EE.UU. y candidato a la presidencia antes de su asesinato en 1968, y sobrino del presidente John F. Kennedy, asesinado en 1963-, pero estaba enfrentado con su familia y con el Partido Demócrata por su cuestionamiento de las vacunas.

La mayor parte del anuncio de Kennedy estuvo centrado en atacar al Partido Demócrata, la que ha sido siempre la casa de los Kennedy. «Era el partido de la clase trabajadora, de la transparencia de la democracia»; dijo. «Ahora es el partido de la guerra, de la corrupción, de las grandes farmacéuticas, de las grandes tecnológicas».

El candidato acusó a los demócratas de impedirle competir en campaña, de torpedear sus esfuerzos para estar en las papeletas y de apoyarse en la prensa y en las redes sociales para silenciar su mensaje.

Llegó a tener cierta presencia en las encuestas, con cerca de un 15% de los apoyos. Pero nunca tuvo viabilidad para ganar la elección y con la intensificación de la campaña en su recta final, sus números se han desplomado. Al mismo tiempo, las arcas de su campaña estaban vacías y estaba enfrascado en batallas legales en varios estados para poder concurrir en noviembre.

En el anuncio de su suspensión de campaña, Kennedy contaba con alrededor de un 5% de los apoyos. Es un poder muy limitado, pero que puede tener impacto en esos estados decisivos donde el independiente pide a sus seguidores que ahora voten por Trump.

Trump aseguró desde Arizona que el apoyo de RFK Jr. era algo grande y que el candidato independiente es «un gran tipo, respetado por todo el mundo». Es una de las exageraciones habituales de Trump. Poco después del anuncio de RFK Jr., varios miembros de su familia emitieron un comunicado en el que acusaban al candidato independiente de «traicionar los valores que tanto importaban a nuestro padre» y que su decisión es «el final triste de una historia triste».

Durante la semana, los demócratas habían tratado de quitar importancia a la decisión de Kennedy, que se intuía desde hace semanas. «Tenemos confianza en que la vicepresidenta va a ganar con independencia de si se enfrenta a uno o varios candidatos», reaccionó la presidenta de la campaña de Harris, Jen O'Malley. «No creo que interfiera mucho en la elección». Cuando la vicepresidenta abandonaba Chicago en su avión oficial, fue preguntada a los reporteros por el apoyo de Kennedy a su rival. La nominada demócrata optó por no responder.