Misión evacuación: la lucha por los soldados heridos en Ucrania
Una mirada a la labor heroica de los equipos de evacuación que salva vidas y brinda esperanza en el frente de batalla
El día a día de los equipos de evacuación de la guerra de Ucrania, en imágenes
Campos minados: el segundo frente de la batalla en Ucrania
Un día en el frente: la vida en la trinchera de la contraofensiva ucraniana
Andriy (apodo de guerra 'Sailor') era ingeniero de desminado en la brigada 150 de las defensas territoriales. Estaban limpiando una zona de bosque en la línea de Bajmut y calló en un trampa explosiva rusa que le hizo perder la pierna
Un grupo de tres hombres disfruta de unos cigarrillos mientras observan con cierta indiferencia la comitiva de enfermeros que carga sin pausa a un grupo de soldados heridos en el autobús-hospital que los evacúa desde la retaguardia del frente. A lo lejos se escuchan ... los combates de artillería entre las tropas rusas y ucranianas en la línea del frente de Pisky, ubicada en el extrarradio del aeropuerto internacional de la ciudad de Donetsk, actualmente ocupada por las tropas separatistas del DPR.
Destacándose entre la comitiva de enfermeros que carga a los heridos, se encuentra una mujer de voz firme. Es Olga, la encargada de la evacuación y de este autobús medicalizado. Desde el inicio de la guerra, estos autobuses se dedican a viajar diariamente a la retaguardia de las líneas de combate, evacuando a los heridos ya estabilizados hacia ciudades como Dnipropetrovsk, donde recibirán tratamiento para sus heridas y posterior rehabilitación.
«Cuidado, cuidado, con calma», grita Olga dirigiéndose a un grupo de enfermeros que está subiendo a un herido al interior del autobús. «Acudimos donde sea necesario para evacuar a nuestros soldados. No somos el único sistema de evacuación, también se utiliza el tren, helicópteros y otros medios de transporte. Sin embargo, sin duda alguna, junto con el tren, nosotros somos el sistema más estable y continuo de evacuación médica para nuestros heridos», afirma.
Uno de los costados del autobús está cubierto por un enorme mural que representa el rostro de una mujer rodeada de girasoles, mientras que en el otro lado se encuentran las palabras «Por cada vida» escritas.
En el interior, un total de 12 soldados heridos de distintos grados de gravedad son examinados por el equipo médico encargado antes de emprender el viaje. Se mueven ágilmente a lo largo del estrecho pasillo entre dos filas de tres camas que abarcan todo el autobús.
Este vehículo forma parte del Batallón Médico de los Hospitalarios de Ucrania, cuya labor principal es la evacuación de tropas en todo el país. Además de los seis soldados acostados en las camas, cuatro heridos más se encuentran sentados en la parte trasera del autobús, mientras que otros dos ocupan los asientos delanteros.
«Tengo la pierna destrozada»
Entre ellos se encuentra Stanislav, un soldado de la región de Leópolis que resultó herido en un combate contra las tropas rusas en la línea del frente de Pisky durante la actual contraofensiva. «Tengo la pierna destrozada debido a una esquirla, no sé si podré salvarla o no. Me llevan a Dnipró y, posteriormente, seré trasladado al hospital de Leópolis para recibir tratamiento», nos comenta.
Las bajas militares son un tema espinoso en Ucrania, pero una reciente filtración de supuestos documentos de Inteligencia de EE.UU. sitúa el número de soldados rusos y ucranianos caídos en 354.000. Muchos de los que sobreviven quedan con lesiones y traumas que transforman sus vidas y, en muchos casos, requieren apoyo y tratamiento de por vida.
El doctor Danylo Turkevych trabaja en el hospital San Panteleimon en Leópolis. Este hospital es uno de los centros de referencia en Ucrania para el tratamiento y recuperación de los soldados heridos en el frente. Danylo Turkevych es cirujano plástico y especialista en cirugía reconstructiva. Desciende de una familia con una fuerte tradición en el mundo de la medicina y él, al igual que su padre y un hermano, combaten en esta guerra desde la línea del frente de la cirugía en los hospitales.
«Mi trabajo es evaluar las consecuencias de la amputación y, a partir de ahí, aplicar técnicas de reparación de nervios y vasos sanguíneos»
«Mi trabajo es evaluar las consecuencias de la amputación y, a partir de ahí, aplicar técnicas de reparación de nervios y vasos sanguíneos», comenta mientras examina una herida reciente en uno de sus pacientes. «Esto nos permite reconstruir partes dañadas o ausentes con tejido del propio paciente».
Uno de sus pacientes es Ihor, conocido en el frente de batalla como 'Zahar'. Miembro de la brigada 28 en Bajmut, fue herido repetidamente en los brazos y la cara durante un combate cuerpo a cuerpo con las tropas de Wagner. Tras ser estabilizado cerca del frente, fue trasladado a Leópolis. Ahora espera una operación para reconstruir su rostro y sus manos. «Mi cara llevará estas cicatrices siempre», admite. «Pero confío en que con la cirugía plástica, podrán reconstruir al menos mi boca y el lado izquierdo de mi cara. Así, espero poder llevar una vida algo normal».
La rehabilitación de las cicatrices de guerra visibles es sólo el preámbulo en el proceso de recuperación de estos soldados heridos en combate. El verdadero adversario se halla en los daños psicológicos y en el trauma postraumático que les espera una vez retornan a sus casas.
La rehabilitación de las cicatrices de guerra visibles es sólo el preámbulo en el proceso de recuperación
Ucrania no estaba lista para lidiar con las secuelas sanitarias de una invasión rusa a gran escala. Sólo unos pocos centros hospitalarios estaban equipados con las instalaciones y los servicios necesarios para enfrentar esta marea de víctimas de amputaciones, pero indudablemente, ninguno estaba preparado para las consecuencias psicológicas que traería la guerra y a la que todos estos soldados heridos en combate tendrán que enfrentarse una vez finalicen su rehabilitación.