López Obrador defiende al Ejército en el caso de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa: «Sostienen sin pruebas que son culpables de esta infame tragedia»

A lo largo del sexenio de López Obrador los familiares de los desaparecidos han recibido apoyos económicos pero el Gobierno nunca ha querido acceder al principal reclamo: revelar cuál fue la participación del Ejército en esa fatídica madrugada del 26 de septiembre. Los militares defienden la teoría de que los estudiantes fueron desaparecidos por grupos insurgentes del estado de Guerrero vinculados al narcotráfico.

Este fin de semana, la trama gana otro episodio porque el periódico 'La Jornada', extremadamente afín al Gobierno, ha revelado una carta que López Obrador le envió recientemente a los familiares de los estudiantes.

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Milton Merlo | Corresponsal en Ciudad de México

La misiva comienza con una defensa al Ejército, asegurando que no existen pruebas de su participación en la desaparición de los 43 normalistas. El presidente asegura que no hay pruebas y que las consignas de «fue el Estado o fue el Ejército», no le parecen reales.

«Al paso del tiempo empezaron a sostener sin pruebas que los culpables de esta infame tragedia son los soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional, con el manejo de la consigna de que fue el Estado y específicamente fue el Ejército Mexicano», expresa López Obrador, que defiende al Ejército, ya que los militares tienen mucho peso en el actual Gobierno: manejan la seguridad y están a cargo de obras estructurales del gobierno como el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México o el Tren Maya.

A lo largo de la carta el presidente también culpa al gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) por la desconfianza que tiene la sociedad mexicana respecto al Ejército ya que entiende que en ese sexenio se disparó la violencia como consecuencia de una guerra abierta que Calderón detonó contra los cárteles de la droga.

Además, culpa a las agencias internacionales de inmiscuirse en la investigación, concretamente señala que la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, ha operado sobre los padres de los estudiantes para que estos se posicionen contra el Ejército. La DEA defiende la teoría de que quien se encontraba al mando del Ejército cuando sucedieron las desapariciones, el general Salvador Cienfuegos, estaría coludido con el narco.

Finalmente, cierra la carta con un mensaje que ha repetido desde hace más de 6 años que se colocó como presidente electo: «Continuaremos la búsqueda de los jóvenes estudiantes desaparecidos y no descansaremos hasta conocer toda la verdad sobre este doloroso, injusto e indignante suceso».