Kim Jong-un presenta en sociedad a su hija… en el lanzamiento de su último misil

Como el proyectil alcanzó una altura máxima de 6.040 kilómetros sobre la Tierra antes de reentrar en la atmósfera y caer a aguas internacionales del mar de Japón, llamado del Este en Corea, los analistas creen que podría recorrer hasta 15.000 kilómetros y, en teoría, golpear suelo estadounidense con las entre tres y cinco cabezas nucelares que podría portar.

Para celebrar tan importante «logro», Kim Jong-un llevó a su hija al lanzamiento del misil. Según reveló la agencia estatal de noticias KCNA el sábado, el dictador presenció este ensayo balístico «junto a su querida esposa e hija», lo que supone la primera aparición pública de su heredera. En las fotos distribuidas por la KCNA, la niña, que se supone que tiene 12 o 13 años, acompaña a su padre cogiéndolo de la mano mientras inspecciona el gigantesco misil, transportado por una lanzadera móvil de once ruedas. Vistiendo un abrigo blanco, pantalones negros y zapatos rojos, también le acompaña en la plataforma desde la que Kim Jong-un observó la prueba junto a su esposa y otros generales. Con el rostro mofletudo, se parece más a su padre que a su madre, quien aparece en las fotos con una chaqueta verde militar que le redondea la figura y le hace perder el encanto de años atrás.

Desde que la exestrella de la NBA Dennis Rodman, amigo del dictador, lo desvelara en 2013, ya se sabía que Kim y su mujer, Ri sol-ju, tenían una hija llamada Ju-ae o Chu-ae. Además, se supone que tienen otra niña y un niño, nacidos en 2013 y 2017. Pero esta primera aparición pública, y en un acto tan importante para el régimen como un ensayo balístico, apunta a su confirmación como heredera, ya que la propaganda norcoreana es extremadamente celosa con los familiares de sus dirigentes y solo muestra imágenes de ellos si hay una intención política detrás.

Como pudo comprobar este corresponsal en su primer viaje a Corea del Norte en 2006, la población ni siquiera sabía que su entonces dictador, el «Querido Líder» Kim Jong-il, tenía hijos. Lo descubrieron el 28 de septiembre de 2010, cuando el menor de los tres varones, Kim Jong-un, fue nombrado general durante un Congreso del Partido de los Trabajadores y, pocos días después, presidió un desfile militar junto a su progenitor, quien ya por entonces estaba enfermo y empezaba a preparar su sucesión. De igual modo, no se supo quién era la esposa de Kim Jong-un hasta el verano de 2012, ocho meses después de relevar a su padre, fallecido en diciembre de 2011, y una vez pasado el luto oficial.

Con tan herméticos y tardíos precedentes, lo que muchos expertos se preguntan ahora es por qué el dictador ha presentado en público a su hija justo ahora. Aunque ella es solo una niña y él es todavía bastante joven, pues se supone que ronda los 38 años, hay sospechas sobre su mala salud por su sobrepeso y su supuesta afición al alcohol y el tabaco. «Indica su confianza en el linaje del monte Paektu y el éxito de su misil enfatizando la importancia de la seguridad nacional», explica a la agencia surcoreana Yonhap el presidente de la Universidad de Estudios sobre Corea del Norte, Yang Moo-jin, refiriéndose al monte sagrado de esta estirpe, divinizada por la propaganda.

Al margen de las especulaciones sobre su salud, el dictador muestra al mundo la nueva generación de la dinastía Kim, base de este régimen comunista que sigue cerrado al exterior y se gasta una millonada en armas mientras su pueblo sobrevive a duras penas. O también es posible que, como cualquier otro padre, Kim Jong-un se enorgullezca de enseñarle a su hija lo que mejor sabe hacer: disparar misiles con los que atemorizar al planeta.