«Egoísta, enamorado del espejo»: Chris Christie sale a morder contra Trump
El ex gobernador de Nueva Jersey se presenta a las primarias republicanas entre insultos y burlas hacia Donald Trump y su familia: «Es como Voldemort»
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Iniciar sesiónUna cara conocida de la política de EE.UU. se sumó este martes a la carrera republicana para conseguir la nominación a la presidencia de EE.UU: Chris Christie, ex gobernador de Nueva Jersey y aspirante a la Casa Blanca en 2016.
Christie anunció ... su candidatura en un encuentro con votantes en New Hampshire, un estado que las campañas tienen muy en cuenta porque es el segundo en votar en primarias y sirve para relanzar o destrozar aspirantes.
De momento, además de Donald Trump, Christie es el único republicano que fue candidato en 2016 y que repite intentona para 2024 (en 2020, con Trump en la Casa Blanca, nadie trató de quitarle la nominación). Hace ocho años, Trump irrumpió como el agitador de las primarias, con declaraciones explosivas, promesas imposibles, insultos, motes a los rivales. El resto de candidatos trataron de no entrar en el juego y se atacaron entre ellos. El empuje de los medios y la seducción al votante hicieron el resto, y Trump se llevó la nominación.
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Desde New Hampshire, Christie aseguró que ha aprendido la lección. «Entonces yo hice lo que era la política convencional», dijo. «Fue un error no confrontar a Donald Trump en 2016».
Su estrategia en estas primarias, como viene avisando desde hace un tiempo, es justo lo contrario: ir a por Trump. «La razón por la que lo voy a hacer es doble», explicó. «Uno, porque lo merece», dijo del expresidente, al que acusó de no cumplir sus promesas -mencionó, entre otros, la construcción del muro con México o la reducción del déficit- y al que criticó por su papel en el asalto al Capitolio tras no aceptar su derrota en 2020. «Y dos, porque es la forma de ganar».
Christie retrataba a la perfección el clima que viven las primarias republicanas. Trump es de lejos el favorito, con más del 50% de los apoyos y más de treinta puntos de diferencia con el segundo, Ron DeSantis, gobernador de Florida y el único aspirante al que se le han dado oportunidades de tumbar al expresidente. Pese a ese comando de las primarias, el resto de los candidatos no están haciendo lo que se espera: atacar al líder. DeSantis, Mike Pence -que fue vicepresidente con Trump y anuncia su candidatura este miércoles-, Nikki Haley -embajadora en la ONU con Trump- o Tim Scott -senador por Carolina del Sur- solo han lanzado pellizcos al multimillonario neoyorquino, temerosos de desatar su furia y de que se ponga en contra su base leal de votantes. Muchos ni mencionan su nombre.
«Es como Voldemort», bromeó Christie en referencia al personaje de la serie de libros de Harry Potter, del que sus protagonistas temen mencionar su nombre.
Él dejó claro que no dejará de hacerlo. «Alguien solitario, egocéntrico, egoísta y enamorado del espejo no es un líder», dijo Christie. «La persona de la que hablo, la que está obsesionada con el espejo, que nunca admite un error, que nunca admite una falta, que siempre encuentra a alguien a la que culpar si algo va mal, pero que se adjudica el mérito para todo lo que va bien, es Donald Trump».
Durante su discurso y en las preguntas que le sometieron los votantes, Christie no escatimó referencias y ataques a Trump. Le acusó de mentir sobre los días que iba a jugar al golf como presidente. Imitó, con cierta gracia, su voz. Acusó a su hija, Ivanka, y a su yerno, Jared Kushner, de enriquecerse con dinero saudí tras abandonar la Casa Blanca. Relativizó su imperio empresarial y recordó las bancarrotas de sus casinos en New Jersey.
Esa va a ser su estrategia de primarias. No tiene mucho que perder porque sus posibilidades son ínfimas, a pesar de que dijera que es él es la «única opción viable frente a Trump». Sin mucha maquinaria de campaña por el momento, sin gran presencia en los estados decisivos ni un ejército de donantes, Christie espera que su fijación con Trump le otorgue atención mediática y logre con ello escalar posiciones.
El problema para Christie es que su pasado con Trump, al que conoce desde hace décadas, no encaja bien en la animosidad actual. Tras caer en las primarias de 2016, fue el primer gobernador republicano en darle su apoyo. Sonó para ser su vicepresidente. Supervisó el equipo de transición a la Casa Blanca tras la victoria de 2016. Se dijo que rechazó puestos en su Gobierno. Y mantuvo su cercanía con Trump hasta 2020, cuando le asesoró en la preparación de debates contra Joe Biden, como también hizo en 2016 contra Hillary Clinton.
En su relato, la ruptura con Trump fue por las turbulencias trágicas de su campaña contra los resultados de 2020. Por aquel entonces, buena parte del partido republicano parecía que pasaría página con Trump. Eso apenas duró unos días y casi todos recompusieron la relación con el expresidente, conscientes de que no había perdido apoyo de sus bases y que su poder seguía casi intacto. No así Christie, que mantuvo su posición contraria a Trump. Quizá anticipaba ya el papel que interpretará durante los próximos meses. Por lo visto en su anuncio de candidatura, el espectáculo promete.
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