Duro ataque de la Liga de Salvini a Alemania: «Hace 80 años utilizaba el Ejército para invadir los estados, ahora utiliza los inmigrantes»

Así, hoy en Roma, el termómetro de las relaciones del Gobierno de Giorgia Meloni con Alemania y Francia, los dos pilares de la UE, registra muy alta temperatura con Berlín, al borde del incidente diplomático; en cambio, con París, después de furibundas polémicas en el pasado, se ha rebajado la tensión gracias al encuentro de casi hora y media que mantuvieron la primera ministra Meloni y el presidente francés Macron, en el Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno italiano, tras el solemne funeral laico celebrado en el Parlamento para honrar la memoria del presidente emérito de la República, Giorgio Napolitano, fallecido el pasado viernes, a los 98 años.

Cuando Giorgia Meloni intenta recuperar el necesario apoyo en Europa para afrontar el problema de la inmigración, el vicesecretario de la Liga, Andrea Crippa, brazo derecho de Matteo Salvini en el partido, lanza una especie de bomba informativa contra Alemania: «Intentan desestabilizar el Gobierno mediante la financiación de las ONG para llenarnos de inmigrantes ilegales y hacer caer el consenso del centro-derecha en Italia, ha declarado Andrea Crippa a Affaritaliani.it, el primer digital italiano.

Crippa, que habla por Matteo Salvini cuando se trata de expresar las más duras posiciones de la Liga, atacó a Alemania tras la decisión del Gobierno alemán de seguir financiando las ONG que operan en el Mediterráneo para salvar inmigrantes y desembarcarlos en los puertos italianos. «Ciertamente -aseguró el secretario adjunto de la Liga Andrea Crippa-, en Alemania no quieren ni a Salvini ni a Meloni en el gobierno y les gustaría un gobierno técnico, Monti o Draghi o quien sea, o de izquierda como Schlein [la líder del PD] u otros. Está claro que Alemania no quiere que el centroderecha gobierne Italia. En Berlín hacen todo lo posible para poner en dificultades al gobierno italiano con la esperanza de hacerlo caer. Pero fracasarán como fracasaron hace ochenta años«, concluyó el vicesecretario de la Liga Norte, una durísima referencia a la Segunda Guerra Mundial, en la que Italia fue el principal aliado de Hitler, como le recuerdan hoy medios italianos al vicesecretario de la Liga Andrea Crippa.

El primero en quejarse de la financiación de Alemania a las ONG alemanas que operan con naves de salvamento en el Mediterráneo fue el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, hombre de la máxima confianza de Meloni en el Ejecutivo, calificando este hecho como «muy grave»: «Berlín finge no darse cuenta -dijo Crosetto- de que con esa financiación pone en dificultades a un país que en teoría es 'amigo'. No nos comportamos de la misma manera cuando Angela Merkel convenció a la UE de invertir miles de millones de euros en Turquía para bloquear la llegada de inmigrantes a Alemania desde Oriente Medio«, dijo el ministro de Defensa a La Stampa.

Sin duda, Turquía enseña. La misma operación desearía hacer Italia con Túnez, para que, con ayuda económica de la UE, el Gobierno tunecino frene la creciente salida de emigrantes hacia Italia. La réplica alemana al ministro Crosetto la dio el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores: «Salvar a las personas que se ahogan y se encuentran en dificultades en el mar es un deber jurídico, humanitario y moral».

La polémica con Alemania subió de nivel con la entrada en escena de la primera ministra Meloni, que el lunes escribió directamente a su homólogo el canciller Scholz: «Me enteré con asombro de que su Gobierno, de manera no coordinada con el Gobierno italiano, habría decidido apoyar con importantes fondos a las organizaciones no gubernamentales empeñadas en la acogida de inmigrantes irregulares en territorio italiano y en los rescates en el Mar Mediterráneo«.

En su carta a Scholz sobre el papel de las ONG, Giorgia Meloni también reiteró su línea de que la presencia de esas naves de salvamento son un factor de atracción que empuja a muchos inmigrantes a lanzar a la aventura de llegar a Europa: «Es bien sabido -escribe Meloni- que la presencia de barcos de las ONG en el mar tiene el efecto directo de multiplicar las salidas de pateras, lo que no es sólo una carga más para Italia, sino que aumenta el riesgo de nuevas tragedias en el mar«.

Mientras tanto, Francia, al menos en esta fase, después de agrias polémicas en el pasado, demuestra que quiere apoyar a Italia en su decisión de hacer del acuerdo con Túnez la piedra angular de una política europea que propone el Gobierno Meloni: en lugar de discutir y pelearse entre los países por la reubicación en Europa a los inmigrantes que llegan a las costas italianas, Italia sugiere retenerlos en sus países de origen o evitar que salgan desde Túnez, desembarcando masivamente en Lampedusa.

El presidente francés Macron, en la víspera de su encuentro con Giorgia Meloni, planteó la necesidad de una solución europea a la inmigración: «No podemos dejar solos a los italianos». Estas palabras de Macron fueron acogidas con gran satisfacción por Meloni, que agradeció al presidente francés su propuesta de colaboración, tras el encuentro de ayer, calificado por Palacio Chigi como «largo y cordial». El plan que le explicó Meloni a Macron y que presentará el 6 de octubre en el Consejo Europeo en Granada, el 6 de octubre en Granada, prevé inversiones en África y repatriaciones inmediatas de los inmigrantes irregulares bajo los auspicios de la ONU.