La Liga de Salvini pide el cese del director del Museo Egipcio de Turín por sus descuentos a los visitantes de lengua árabe

Además, la dinastía de los Saboya quiso vincular la historia de Turín, capital de la región de Piamonte, con la de civilizaciones ilustres como la egipcia. De aquí surgió el interés y posterior estudio y coleccionismo que convirtió a la ciudad de Turín en el centro occidental de estudios sobre la cultura egipcia. Con la dirección de Greco, el Museo Egipcio se ha convertido en el quinto más visitado de Italia.

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El último ataque contra su director lo ha lanzado Andrea Crippa, vicesecretario de la Liga, brazo derecho de Matteo Salvini en el partido: «Greco es un director de izquierdas, que gestiona el Museo de forma ideológica y racista contra los italianos y los ciudadanos de religión cristiana«, ha dicho Crippa, pidiendo al ministro de Cultura Sangiuliano que lo cese como director.

La polémica se inició hace cinco años, en 2018, cuando el Museo Egipcio de Turín lanzó una campaña de descuento en los billetes de entrada para los ciudadanos de lengua árabe. Liga y Hermanos de Italia fueron muy críticos con la medida. La campaña electoral reavivó el conflicto: En febrero de ese año, Giorgia Meloni, entonces en la oposición, y un grupo de militantes de Hermanos de Italia realizaron una protesta frente a la sede del Museo. El director salió a la calle y mantuvo un cara a cara cordial con Meloni, intentando convencerla de la conveniencia de su descuento a los visitantes de lengua árabe.

Greco contó a Meloni las numerosas iniciativas llevadas a cabo y las dificultades afrontadas: «Intento -dijo el director a Giorgia Meloni- acercar a este patrimonio a todas las personas que desgraciadamente no lo visitan». La líder de Hermanos de Italia mantuvo su posición crítica frente al director del Museo: «Estamos diciendo que no nos gusta la discriminación de los italianos, nos gustaría que hubiera incentivos también para ellos».

Greco enumeró a continuación las promociones dirigidas a todos, incluidos los italianos, desde los jóvenes hasta los padres, que podían disfrutar de descuentos en las entradas o incluso de entrada gratuita en determinados días. También explicó que la iniciativa no estaba dirigida a una sola religión, sino a quienes hablaban árabe. La discusión se prolongó durante algunos minutos con posiciones que permanecieron distantes.

La polémica resurgió hace unos días, después de que Maurizio Marrone, consejero de Hermanos de Italia en la región de Piamonte, descartara la renovación de Christian Greco como director, cuyo contrato termina en junio del 2025: «No lo confirmaría. Tiene cualidades fuera de lo común, pero creo que hay figuras más cualificadas», dijo el Consejero Marrone.

Los dardos contra el director Greco, en particular el de Andrea Crippa, secretario adjunto de la Liga, han suscitado críticas incluso dentro de su propio partido y en muy amplios sectores de derechas. El famoso crítico de arte y subsecretario de Cultura, Vittorio Sgarbi, y el presidente de la región de Piamonte, Alberto Cirio, de derechas como Sgarbi, se distanciaron de Andrea Crippa y defendieron a Greco, considerándolo «un excelente director que da resultados».

Desde la oposición se ataca duramente al ejecutivo de Meloni. El exministro de Cultura, Dario Franceschini, afirmó: «El gobierno asalta a la cultura y sólo quiere gente leal a su alrededor». El Partido Democrático ha pedido al ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, que haga una defensa pública del director Greco. Por el momento, Sangiuliano se ha alineado con el presidente de la Comisión de Cultura y responsable de cultura nacional de Hermanos de Italia, Federico Mollicone: «Nadie, ni en el Gobierno y ni en la mayoría parlamentaria, elabora listas de proscripción ni quiere expulsar a Greco; la renovación de los cargos se producirá el próximo año«, ha dicho Mollicone.

Mientras, Christian Greco responde con serenidad a la polémica e invita a Giorgia Meloni a visitar el Museo Egipcio: «Tengo un sueño -dice el director a 'La Repubblica'-. Me gustaría recibir aquí a la primera ministra, aunque sea por unos minutos, sin cámaras ni periodistas. Y contarle qué hacemos y por qué nuestra institución puede ser importante para abrir un diálogo. Giorgia Meloni es bienvenida. Los museos son puentes».