Meloni cambia su política migratoria: «Europa e Italia tienen necesidad de inmigrantes, es un deber ayudarles»
La primer ministra italiana sigue destacando la importancia para el continente de hacer cambios en esta materia
Meloni firma un acuerdo con Túnez para frenar la inmigración ilegal hacia Italia
«Italia y Europa tienen necesidad de inmigrantes, pero no podemos dar la señal de que los que entran ilegalmente serán recompensados», ha dicho la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, al abrir la conferencia Internacional sobre Inmigración, celebrada este domingo en Roma, ... con la presencia de los líderes de 21 países. La Conferencia supone un cambio radical en algunas de las políticas que marcaron hasta hace pocos meses el partido de la primera ministra, Hermanos de Italia, y la Liga de Matteo Salvini. Por ejemplo, se entierra la promesa de bloqueos navales y el cierre de puertos o la 'guerra' a la ONGs.
En el Gobierno Meloni se ha impuesto el realismo, buscando acuerdos con los países de origen y tránsito de inmigrantes, para ofrecer ayuda e inversiones con el objetivo de frenar las salidas de migrantes irregulares. «Apoyar a los refugiados y prófugos es un deber que nadie puede eludir, en pleno cumplimiento del derecho internacional –subrayó Giorgia Meloni–, aquellos que huyen de las guerras, los que huyen del terrorismo, del hambre, de los desastres naturales, tienen derecho a salvarse incluso cuando ello implique cruzar las propias fronteras».
«Gestión basada en la cooperación»
Ante los líderes de los países ribereños del Mediterráneo, Medio Oriente y el Golfo, algunos del Sahel y el Cuerno de África; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y máximos representantes de instituciones financieras internacional, Giorgia Meloni planteo la necesidad de la «cooperación» para evitar que siga aumentando la inmigración irregular: «Combatir la inmigración ilegal y las redes de traficantes, sobre todo nos permite ofrecer nuevas oportunidades para la migración legal. De hecho, debemos preguntarnos cómo podemos cosechar los frutos positivos de la migración, y esto solo es posible con una gestión basada en la cooperación entre nosotros».
Giorgia Meloni no solo habló de represión contra los irregulares y los traficantes. Recordó que «en el centro de los flujos migratorios hay sobre todo personas, vidas, esperanzas, miedos, sufrimientos. Usadas, explotadas por organizaciones criminales que solo siguen la lógica del lucro. Así que es nuestro deber, por supuesto, cuidar de nuestros Estados pero también del destino de estas personas. Por eso creo que necesitamos iniciar un proceso de diálogo entre todos, que sin embargo debe llevarnos a lograr metas concretas». En este sentido, Giorgia Meloni ha establecido acuerdos con Libia y Túnez, país este último que ha visitado tres veces en el último mes, ofreciendo, junto a la UE, una ayuda económica de 250 millones de euros a Túnez, en grave crisis socioeconómica y al borde de la bancarrota, del que parten en pateras miles de personas hacia Italia.
En el Gobierno Meloni crece la inquietud por la inmigración, que parece incontenible. Desde comienzos de año hasta el 21 de junio llegaron a las costas italianas 83.439 inmigrantes irregulares, frente a 33.972 en todo el año 2022. Solo en la última semana han llegado a la isla de Lampedusa casi 9.000 inmigrantes irregulares. Su centro de acogida está desbordado de forma permanente. Su capacidad es de 400 puestos, pero regularmente hay más de 3.000 personas. Entre los acogidos hay también 1.000 menores de ellos. La tensión creada con la masificación, originó una pelea entre un centenar de menores, en su mayoría tunecinos y sudaneses, resultando 15 heridos.
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