Al menos dos muertos y una treintena de heridos por la explosión de un vehículo en Guayaquil (Ecuador)

El estruendo de la explosión fue escuchado a kilómetros de distancia y dejó una estela de humo en el aire que causó desesperación entre quienes circulaban por le zona, en una hora de gran movimiento por la salida de las oficinas. El Cuerpo de Bomberos de Guayaquil acudió de inmediato para apagar las llamas y se confirmó el fallecimiento de un taxista que labora en esa zona; mientras que la Policía, en medio de gritos y pánico de los transeúntes, evacuó el área y las unidades especializadas hicieron un barrido de la zona encontrando explosivos que hicieron detonar de manera controlada.

Según testigos, dos personas habrían dejado el vehículo cargado con explosivos junto a uno de los edificios y habrían salido corriendo del lugar. El gobernador del Guayas, Humberto Plaza, que acudió al lugar de la explosión, lo calificó de acto terrorista; horas después, el ministro del Interior, John Reimberg, confirmó que el ataque fue cometido con explosivos de elaboración profesional. «No se trata de un artefacto artesanal, sino de elementos elaborados por grupos delincuenciales que buscan generar caos en el país», escribió en su cuenta de la red social X, en la que dijo que un segundo coche que también tenía explosivos fue neutralizado.

Noticia Relacionada

Noboa adelanta el bono navideño a los funcionarios y rebaja el IVA de cara al referéndum de noviembre

Thalía Flores

La decisión económica se produce en medio de una gran tensión en el país, con paros y protestas contra el Gobierno ecuatoriano

La Fiscalía abrió una investigación de oficio y dispuso diligencias como el levantamiento de los cuerpos, la revisión de cámaras de seguridad y la toma de versiones de testigos. Hace una semana, la Policía localizó una camioneta con una bombona de gas con explosivos, afuera de la Penitenciaria del Litoral.

Este es el segundo vehículo que explota en la ciudad en menos de un mes. El pasado 26 de septiembre otro automóvil fue detonado en los exteriores de la Cárcel Regional de Guayaquil, aunque en esa ocasión no se registraron ni heridos ni fallecidos. Además, la Policía desactivó la semana pasada explosivos pegados a una bombona de gas hallada en un vehículo estacionado fuera de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más poblada y peligrosa del país.

Paralelamente, Ecuador, que vive desde 2024 bajo un «conflicto armado interno», declarado por Noboa debido a la lucha contra las bandas a las que atribuye la escalda de la violencia, ha cumplido 23 días de paro por la eliminación del subsidio al diésel. Estas manifestaciones, convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), ha focalizado el paro en la provincia de Imbabura, al norte del país, y han sido violentas.

En los últimos días se han producido enfrentamientos entre los manifestantes que han cerrado las vías y la Policía que busca despejarlas. Del lado de la Conaie se han reportado 50 heridos y 31 detenidos, mientras el Gobierno ha tenido que movilizar víveres para atender a la población de algunas ciudades que se han quedado sin alimentos por el cierre de los comercios.

En horas de la noche, se supo que algunas autoridades de la provincia de Imbabura, entre las que estaría la alcaldesa de Otavalo, Anabel Hermosa, y delegados del Gobierno Nacional, habrían mantenido acercamientos para buscar una salida al conflicto.