Declaran inocente a un repartidor que disparó a un youtuber tras una broma pesada

Todo sucedió en el área de restaurantes del centro comercial Dulles Town Center, al oeste de Washington DC, en Estados Unidos, donde el conocido youtuber se encontraba grabando un vídeo cuando decidió meterse con el repartidor equivocado.

Cook empezó a perseguir al repartidor con la intención de gastarle una broma pesada y generar contenido para su canal, algo que no gustó nada al trabajador.

En las imágenes, grabadas por el propio Tanner Cook, se puede observar como Colie le pidió hasta en tres ocasiones que parara con la broma. El youtuber no solo se negó a parar con el acoso, sino que mantuvo la broma y comenzó a invadir su espacio personal para molestarle.

Haciendo caso omiso de las burlas, el repartidor decidió continuar con su camino e ignorar al youtuber. Sin embargo, la insistencia del creador de contenido acabó mal, tal y como lo demuestran las imágenes: Colie sacó un arma y terminó disparando a Cook en el estómago, desatando el caos en el centro comercial. Muchos de los testigos de esta escena incluso llegaron a creer que se trataba de un tiroteo en masa al oír el disparo del repartidor.

El caso acaba de llegar a los juzgados, conde Colie se enfrentaba a tres cargos. Mientras que fue absuelto de un delito de lesiones dolosas y otro de lesiones dolosas provocadas por arma de fuego, el repartidor sí fue declarado culpable de disparar dentro de un centro comercial.

En el juicio, el abogado del repartidor, Adam Pouilliard, argumentó que, durante la confrontación, su cliente se habría sentido amenazado por Cook, que mide más de 1,90 metros: «Sentí que era una amenaza y que iba a hacerme daño. Vi su mano izquierda oculta. No sabía si ocultaba un arma. Sentí que mi vida estaba en peligro», explicó el propio Colie.

Además, justificó que su cliente portaba un arma durante su jornada laboral por los atracos que habían sufrido anteriormente otros repartidores de su empresa. Así, el condenado ha sido declarado inocente después de que el jurado popular considerara que no había actuado con premeditación, sino que lo había hecho en defensa propia.

Algo parecido sucedió en España hace unos años con el youtuber Sergio Soler, conocido como 'Mr Granbomba', en 2016. El creador de contenido, especializado en bromas con cámara oculta en la calle, grabó entonces a un repartidor en el centro de Alicante, al que llamó «caranchoa» después de preguntarle acerca de una dirección.

La reacción de este al apelativo no fue otra que la de abofetear a Soler, un acto que quedó grabado en el vídeo del joven youtuber, que se dispuso a denunciarlo a través de sus redes sociales. Este acto supuso una multa de 30 euros para el repartidor, mientras que el youtuber fue condenado a pagar una indemnización de 20.000 eurosen concepto de «daños morales» al repartidor.